lunes, 10 de marzo de 2014

Umihara Kawase Shun



Ha ocurrido lo que más me temía. De hecho, ocurrió hace mucho, muchísimo tiempo, pero por causas del destino aquel hecho no me afectaba en absoluto. Lo miraba desde una posición alejada, pensando que algo así nunca podría afectarme, que gozaba de una posición acomodada en la cual jamás sería perturbado, que podría seguir viviendo sin esa enorme sombra a mis espaldas, que acechaba a cada minuto, a cada segundo de mi triste y vulgar existencia.

El día en que adquirí una Nintendo DS fue el principio del fin. Supongo que os acordaréis de aquella alegre y risueña entrada de hace ya seis meses, en la que hablaba de un curioso juego que me había tenido enganchado durante mucho tiempo, Umihara Kawase. En aquel momento, pude considerarme una persona feliz. Reía, bromeaba, y hasta fui capaz de recomendarlo, ajeno a todo lo que ello conllevaba.

No sabía lo que me esperaba aquel fatídico día en el cual introducí Umihara Kawase Shun en mi Nintendo DS. Tampoco tenía ni idea de los malvados planes que Jackpot, la empresa desarrolladora, tenía para el juego y sus usuarios. Motivado por lo entretenido y simpático que me pareció el primer Umihara Kawase, decidí darle una oportunidad a su secuela, aprovechando el Region-Free de la consola, pues al igual que el primero, el juego no había salido de Japón. Nadie me pudo advertir que aquello no era más que una pequeña parte de su gran plan maestro.

Veréis, una de las grandes ventajas de una consola portátil es la posibilidad de jugar a cada momento y en todas partes. En tu sillón mientras miras cómodamente tu ordenador, en el autobús, en el baño, en medio de la calle, en clase, en la cama... No soy de los que sacan su portátil fuera de casa, pero sí la utilizo mucho para aquellos huecos del día en los que no tengo nada que hacer, en los cuales estoy esperando algo o realizando alguna acción que me permita distraer la mirada durante su transcurso.

Esta característica provocaba grandes beneficios en los juegos de dicha plataforma, consiguiendo sacar tiempo de donde antes me era imposible jugar, como por ejemplo en el momento de reiniciar el PC. Al ser la única plataforma seria de la cual dispongo para distraerme, me era completamente imposible jugar si no lo encendía o mientras realizaba cualquier otra actividad que no fuera dedicada al propio juego.

Al obtener tan preciado tiempo, mi horizonte de horas potenciales para jugar se incrementaba bruscamente, provocando que pasaran por mis manos muchísimos juegos para la portátil, que consumía y explotaba sin darme cuenta, algunos de ellos tan largos como Etrian Odyssey o Strange Journey. Pero ese tiempo que a mediados de noviembre me parecía una bendición divina, se volvió rápidamente en mi contra.

Un buen día, aburrido por la falta de entretenimiento en mi vida, decidí probar aquello que tuvo tanto éxito en un pasado, una apuesta segura, algo que me proporcionaría unas cuantas horas de diversión y melodías simpatiquísimas para tararear en el baño. Sin venir a cuento de nada, empecé a jugar a lo que no tenía que haber empezado a jugar nunca. Umihara Kawase Shun.

Te odio Yumi, te odio y amo a la vez.

Ajeno a todo el horror que en un futuro me vendría encima, jugué un par de horas y la pequeña Yumi consiguió una vez más entrar en mi frío corazón, con escenarios simpatiquísimos y una nueva remesa de niveles muy originales y creados para poco a poco poner en evidencia las habilidades con la caña de pescar de cada uno.

El juego era básicamente el mismo, pero con aspectos mejorados del Umihara Kawase de SNES. Por ejemplo, en vez de pulsar Start y moverse por la pantalla con las flechas de dirección, podemos simplemente mirar la pantalla inferior de nuestra DS y observar el mapa del nivel en cuestión, así como tener una señalización clara de las puertas que conducen a cada nivel, no vaya a ser que nos dejemos algunas por el camino.

También se han añadido una gran parte de contenido que no se encontraba en el anterior, como imágenes desbloqueables a medida que avanzas niveles y obtienes endings, una guía de enemigos con ilustraciones de cada uno, un modo de juego muy parecido al original pero con niveles extras, y lo que más agradezco en esta entrega. Un mapa de niveles.

¿Por qué lo agradezco tanto? Porque el problema principal de Umihara Kawase era el lío tremendo de niveles que formaba el juego. Cada nivel tenía una o dos puertas, y cada puerta conducía a otro nivel, todos numerados, pero formando un laberinto enorme entre ellos, imposible de memorizar. Por ello, era necesario que cada usuario se esbozase una guía de niveles en una hoja en blanco para tener claro todas las salidas disponibles de cada uno de ellos, y el camino a trazar para llegar a aquellas zonas no exploradas. Un trabajo que ahora nos podemos ahorrar al pulsar una opción en el menú principal, donde veremos todos los caminos recorridos, todos los niveles que hemos desbloqueado hasta el momento, y el número de caminos que nos quedan aún por explorar.

Pero todas esas mejoras no eran más que un anzuelo para distraer mi atención, pues al cabo de una semana, me daba cuenta de lo que me estaba ocurriendo. No podía dejar de jugar a Umihara Kawase Shun.

Los desarrolladores saben bien lo que nos gusta a los fans del juego.

Durante los primeros días no me daba cuenta. Después de un par de semanas, sospechaba algo. Pero no fue hasta dos meses después que me declaré adicto al juego. Iba a todas las partes de la casa jugando, y gracias a Dios que supe controlarme y no seguir jugando en lugares que requerían mi presencia física. Empecé en noviembre a jugar, y creedme que os escribo estas líneas muy preocupado, pues aún sigo jugando en mis ratos libres.

Menos, porque un ser humano ha de ser fuerte y saber organizar su vida (y mantener la salud del propio individuo por encima de placeres terrenales), pero sin acabar de abandonar el juego del todo. La adicción sigue ahí, y a menudo me encuentro a mí mismo jugando sin recuerdos de haber tenido la idea de encender la consola y pasar un agradable rato. Cuando eso ocurre, cierro la consola, y escribo una línea más en el documento de texto privado que me escucha y me entiende cuando más lo necesito.

Lo peor de todo es que aunque siga jugando un año entero al ritmo que llevaba anteriormente, no creo que consiguiera superar todos los niveles y desbloquear todas las imágenes. Como ya sabéis, Umihara Kawase es un juego difícil, muy difícil, que requiere la habilidad de un coreano para superar sus pruebas más arduas. Supongo que lo que voy a decir puede ser fruto de haber jugado media vida a uno y al otro nada más que unas cuantas horillas, pero Umihara Kawase Shun me ha parecido más fácil que su antecesor.

No quiero decir que el nivel del juego haya bajado, pues después de jugar tantísimo aún me queda casi un tercio de los niveles por completar, muchos de ellos tan difíciles que lloro por las noches al pensar en ellos. El problema es que, cuando en Umihara Kawase sudaba sangre y lágrimas para llegar al final más fácil, en Shun ya he desbloqueado dos sin apenas inmutarme (y desde varios caminos distintos). El nivel del juego sigue tan alto como siempre, porque de lo contrario ya habría conseguido de sobras el 100%, pero los niveles medios son algo menos exigentes que de costumbre. También es posible que mi habilidad haya mejorado, pero no creo que sea el caso.

Este mapa es el orgullo y pasión de mi vida. Y aún me quedan 41 rutas por desbloquear.

La música del juego es uno de los temas que menos ha evolucionado en esta entrega, pero porque la música del Umihara original era completamente perfecta y casi imposible de mejorar. Todas las canciones son muy parecidas y acordes al estilo Umihara, de las que se te meten en la cabeza y no salen hasta pasadas unas horas en silencio. Tan adictivas como el propio juego, y totalmente encantadoras. Os dejo un par de ejemplos: BGM 1, BGM 2, y la canción de la tabla de puntuaciones. Una pena que el juego siga pecando de los mismos errores que su predecesor, al tener una OST tan pequeña y reducida.

Aparte de ello, el jugador especializado notará un leve bajón en la fluidez de los niveles, que en un principio no se notará demasiado, pero que si comparamos con la versión anterior, el fallo se hace bastante evidente. Por suerte, es algo que no influirá en nuestro juego y que los desarrolladores han compensado con mejoras en las físicas de la caña. ¡Bien!

Sinceramente, si no he jugado más de 100 horas a Umihara Kawase Shun, no he jugado ninguna, algo que habla muy bien del juego desde el punto de vista objetivo y ajeno a mis problemas mentales. Lo considero un avance muy importante en la saga, y con muchísimas horas de juego si se quiere completar al 100%. Y por si no fuera suficiente, también trae el Umihara Kawase de SNES para rememorar viejos tiempos o probarlo si aún no se ha tenido la oportunidad. Un completo amor.

El juego me ha encantado y lo recomiendo muchísimo, pero tened mucho cuidado con él, porque puede absorber de una manera exagerada vuestro tiempo, y no hablo precisamente de horas o días, si no de semanas y meses. Puede que si os gusta el género de plataformas, encontréis en él una joya oculta, y descubráis una de vuestra pasiones más escondidas, y por fin comprendáis como yo comprendo que hay mezclas muy peligrosas ahí fuera, como bicarbonato y vinagre, cocacola y mentos, o un juego tan adictivo como Umihara Kawase con una consola portátil.

Y ahora, si me disculpáis, tengo una cita con estas personas, para que me ayuden de una vez a superar mi enfermedad.

5 comentarios:

  1. Se me olvidaba (como siempre): El juego está en completo japonés pero dudo mucho que ello os suponga un gran impedimento para disfrutarlo. Y ya que estoy, os recomiendo muchísimo el capítulo de Gamecenter CX dedicado a la primera versión de Umihara Kawase: http://www.gamingcx.com/2011/08/gamecenter-cx-episode-31-umihara-kawase_1180.html

    ResponderEliminar
  2. Próxima parada: el nuevo de 3DS, ¿no? xD. De aquí 5 o 6 años. Tienes Umihara para toda la vida ( ^o^)b

    Nah, me ha encantado la reseña xD. Eres la única persona del mundo que conozco que juega a esta saga, jajaja. Encontrar algo que te requete-vicie tanto es maravilloso, pero es verdad que a veces tienes que cortar tú mismo con el juego. Es como una relación demasiado posesiva xD. Me ha algunas veces, sep =3

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Entre Umihara y Pathologic, me siento más solo que la una, pero qué le voy a hacer. :< Descubrí el juego en Hardcore Gaming 101 y con la tontería de probarlo, descubrí uno de mis plataformas favoritos. Es una pena que no sea tan famoso, me encantaría ver vídeos en Youtube que me expliquen cómo se completan determinados niveles... (No tengo suficiente con UmiharaKawaseRuns)

      Jugar al Umihara de 3DS me da mucho miedo, porque como me ocurra como con el de DS... Temo por mí y por mi vida social. :< Y encima en él añaden a más personajes y más modos de juego... ¡Miedo, mucho miedo!

      ¡Gracias por pasarte, Jero! ^_^

      Eliminar
  3. Pobre Angol, has acabado en un grupo de terapia, como cuando a mí me dio por engancharme al Trauma Center :'D

    Lo increíble del juego realmente es que aún no lo hayas visto todo con tantísimas horas que dices llevar o_O (¿y para cuándo el mismo vicio con el primero, estando en el mismo cartucho?), es genial que un plataformas tenga tantísimo contenido. Seguro que antes del de 3DS salió algún otro (¿PSX, quizá?) y aún te queda mucho vicio por delante antes de saltar otra generación.

    Comprarte una DS fue tu perdición.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El problema de jugar al primero en DS, es no tener un mapa que te vaya indicando las zonas que visitas y que te quedan por descubrir, como pasa con Shun, al igual que un sistema de práctica de niveles muchísimo más simple y ameno que en la primera entrega. Lo he pensado, desde luego, pero me puede la vagancia de estar constantemente anotando mi progreso en una hoja de papel o tachando los niveles de un mapa impreso.

      SI no me falla la memoria, Umihara Kawase Shun es un port del Umihara Kawase de PSX con niveles añadidos (bastante díficiles, por cierto), así que creo que si consigo acabarlo al 100% (ni loco, vamos), sí que me tocará esperarme al Sayonara Umihara Kawase de 3DS... También hay un port del de PSX en PSP, según wikipedia, no te digo nada y te lo digo todo... :D (No hagas caso de esto último, dicen que es un port muy malo)

      Eliminar