La técnica de crear animaciones con arcilla mediante stop motion, también llamada claymation, no es un recurso muy utilizado en los videojuegos. Tuvo un período experimental en la década de los 90 con juegos como Clay Fighters, Primal Rage o The Dark Eye y no suele ser muy común encontrar títulos realizados con esta técnica en la mayoría de estanterías, pues no tuvo demasiado éxito en el mercado competitivo y muy pocas desarrolladoras optaron por un método tan laborioso, que además no producía tan buenos resultados como en la animación corriente.
Una de estas arriesgadas desarrolladoras, The Neverhood Inc. saltó en 1996 al mundo de los videojuegos con su obra homónima, The Neverhood, para Windows 95. Una aventura gráfica con unos personajes simpáticos y mucho carisma. Como la mayoría de juegos del estilo, su jugabilidad está basada en la resolución de acertijos y puzzles mientras contemplamos las animaciones de arcilla que se van reproduciendo a medida que avanzamos. Pese a estar desarrollado por un equipo separado en 1999, justo después de sacar al mercado su último juego (Boombots), ha sido clasificado por muchos como un juego de culto y conserva una fanbase sólida incluso después de tantos años.