lunes, 23 de noviembre de 2015

Tree of Savior


Negar el éxito de Ragnarok Online en los primeros años del siglo XXI no sería más que evadir una de las grandes verdades del mundo MMORPG, tan ciertas como el también increíble éxito de World of Warcraft o Lineage II por épocas similares o el duro fracaso de Aion, llegando a convertirse en Free to Play al cabo de varios años.

No se trata de una de esas verdades subjetivas y que dependen del ojo con que se las mire, sino de la propia historia del género, llegando a convertirse en uno de los juegos más jugados de aquel entonces, no sólo contando con los jugadores oficiales, sino además con centenares de servidores privados albergando miles y miles de jugadores a lo largo del mundo, creando una de las comunidades más ampliamente segmentadas de la época.

Debido a esta grandiosa fama, siempre ha existido el intento de volver a reunir la esencia que Ragnarok Online guardaba en su interior y actualizar muchos de sus aspectos ya parcialmente obsoletos para conseguir de una manera simple y sencilla la gran comunidad del juego original, esta vez más controlada, con todos los ingresos que esta gran cantidad de usuarios conlleva.

sábado, 14 de noviembre de 2015

Factorio


A partir de la entrada que escribí sobre Amnesia: A Machine for Pigs ya os di a conocer mi predilección por la revolución industrial y en especial, por las grandes y hermosas máquinas y cadenas de producción que tantos avances tecnológicos han conseguido y tanto dolor han repartido a los pobres infelices que, sin otra alternativa posible, les ha tocado vivir en una de las épocas más crueles y horribles del sistema capitalista occidental.

Lejos de empezar a lamentarnos por el dolor de nuestros abuelos y parientes de más avanzada edad, me gustaría tratar en la entrada de esta semana todo lo que hace de esta época algo muy especial para mí: La rama más puramente logística y organizacional que resume con gran práctica todos y cada uno de aquellos aspectos beneficiosos para la Humanidad a largo plazo.

Sindicatos, luchas por determinados derechos, racismo, injusticia y medio ambiente son realidades que no nos interesan hoy y que no aparecerán en uno de los juegos indie que mas me han atraído de los últimos años, centrando todos los buenos aspectos de una de las épocas más importantes de los últimos siglos para el completo disfrute de aquellos que quieran explotar los grandes aspectos de la revolución industrial. Estamos hablando, no de otro, sino del gran y mismísimo Factorio.

sábado, 7 de noviembre de 2015

El eterno dilema del arte


Hace una semana, mientras me mecía en los brazos del viejo Internet, me acordé de un curioso juego que desde Steam, me había picado un poco la curiosidad. Parecía cutre, extraño y sin mucho sentido, es decir, las tres reglas básicas para su aparición en Mundo Angol.

Sin nada mejor que hacer, decidí darle una pequeña oportunidad, y con ello, provocar mi propia sorpresa al descubrir que se trataba de un juego de tan solo diez minutos de duración. No importaba demasiado, pues se trataba también de un juego gratuito, y en cierta forma, antes de jugarlo ya me imaginaba que semejante sinsentido no podía durar demasiado.

El juego en cuestión se llamaba "the static speaks my name" y os estaréis preguntando: ¿Cómo es posible que hayas escrito un análisis sin poner el nombre del juego en el título? ¿Has vuelto al esquema antiguo de entradas, donde cada una se escribía bajo un título mas personal? ¿Acaso hablas de este juego con la única razón de soltarnos un largo y aburrido rollo sobre una opinión que no nos importa? Ahora lo veréis a lo primero, no a lo segundo y sí a lo tercero.