domingo, 22 de abril de 2012

Cosmology of Kyoto


Creado en 1995 para MS-DOS, Cosmology of Kyoto nos presenta una aventura sobre religión, mitología y leyendas del Antiguo Japón. De gráficos arcaicos, nos sumerge en la ciudad de Heiankyō, actual Kyoto, sin ninguna otra misión aparte de explorar, y ver qué ocurre en el pueblo. Nos encontraremos sacerdotes, mendigos, demonios y espíritus, e iremos adentrándonos cada vez más en el núcleo de la locura. Un paradigma mitológico ideado para aprender sobre el lado oscuro de la cultura nipona.

Nos situamos en el año 794 después de Cristo, el emperador decide cambiar la capital del país, estableciéndola ahora en Kyoto. Un cambio forzado, debido a las intensas luchas entre los grandes poderes japoneses, que muchas veces dejaban víctimas a su paso, y con ello muchos espíritus, más cabreados que alborotados. Y para defenderse de tamañas fuerzas espirituales, elaboran una completa fortaleza mística, con toques budistas, taoístas y otras influencias chinas, que en este período de la historia estaban en alza. Empezaría para Kyoto una época de prosperidad y buenaventura.

lunes, 9 de abril de 2012

El Mundo de... Hondo


Quintin Smith, bloguero del famoso blog Rock, Paper & Shotgun y declarado fan de la extraña desarrolladora rusa Ice-Pick Lodge, contestó una vez en una entrada una pregunta que se hizo él mismo tiempo atrás. ¿Cuál era el juego más raro al que había jugado? En la entrada no lo dudaba un segundo, su partida más extraña no era un juego en sí, sino un simple mapa, ideado por la mente más retorcida de la comunidad mapera de Action Half Life... Hondo.

5 a.m., su obra maestra, consistía en un simple espacio cerrado, ideado para el asesinato de sus jugadores, que batallarían entre ellos para demostrar su habilidad o para simplemente pasar el rato, como pasa en la mayoría de mapas de multiplayer. La acción transcurría en un tranquilo hotel y sus cercanías, nada fuera de lo normal. Sin embargo, corría el rumor que algo extraño pasaba a muchos pies por debajo de la inocente fachada que recubría el mapa. Quién sabe si dichos rumores fueron iniciados por mentes despistadas que dieron con el secreto por pura casualidad o por el mismo Hondo.

Sea como fuere, en una de las ventanas del hotel, se podía ver a través del cristal una puerta, con un botón al lado. El usuario no debía en ningún momento pulsar ese botón, si no la puerta misma, que abría un hueco invisible en la ventana y que le permitía acceder a una zona repleta de cadáveres y un teletransportador que le situaría en la parte principal del secreto, el reloj.