
A medida que pasaron las semanas, e incluso los meses, y según el volumen de entradas iba aumentando, el pequeño blog empezó a tomar forma, convirtiéndose en el objetivo del constante amor que su autor necesitaba dar, y rápidamente, empezó a escalar puestos entre sus preferencias, acabando finalmente a día de hoy en una de las más importantes para él y para su vida.
En un principio, el egoísmo de su autor se veía fácilmente reflejado en su trabajo, pues creía que su proyecto no era más que un seguido de textos que él mismo disfrutaba y que jamás utilizaría para convertirse en aquello que más odiaba, alguien que utilizase su blog para conseguir dinero, amistad o fama. Por muchos meses el blog se mantuvo cerrado, al alcance de todos pero al mismo tiempo, encerrado en lo más profundo de su corazón, como mera justificación de que no escribía para nadie, salvo para él mismo, y que no necesitaba la fama y la gloria para mantener a flote su pequeño trabajo.
Pero un día, en una de sus constantes meditaciones cíclicas, se preguntó en completo silencio, si no debía compartir aquello que tanto amaba con la gente que utilizaba su preciado tiempo libre en leer algo que surgía de él mismo, y poco a poco, rompió las cadenas de aquello que una vez estuvo bajo el más completo secreto.
Al cabo del tiempo, pequeños usuarios se unieron a su tranquilo pasatiempo, y las efímeras palabras que alegremente escribían, no hacían más que aumentar el amor que sentía el autor con su trabajo, aumentando más y más las razones que tenía para seguir adelante, y así, finalizar algún día su aventura.