Sé que, una vez leídas las dos entradas anteriores, todo
parecerá demasiado corriente y genérico para el lector acostumbrado a
sorprenderse con piezas que parecen extraídas del más extraño congreso
de arte moderno, pero sin la capacidad de volver al día a día común, lo
extraño pasaría a ser lo corriente y no nos sorprenderíamos tanto al
leer según qué barbaridades jugables.
Pasamos pues, a una de aquellas normalidades también muy
características de este blog, esta vez para la siempre encantadora
Nintendo DS, y en especial, a un título al que me vi obligado a dar una
oportunidad después de acabar (y disfrutar) mi viaje por Strange
Journey.
Cuando la gente describe Strange Journey, no es extraño
leer u oir comentarios como "Es un Etrian Odyssey pero con demonios." o
"Es un SMT al estilo Etrian.", esperando que todos conozcamos dicho
título de referencia y de alguna manera, esperando que felizmente
relacionemos ambos estilos de juego y nos quede de una manera muy clara
tanto su jugabilidad como su diseño.