Cuando nos hablan de novelas visuales, generalmente nos imaginamos un escenario con un protagonista masculino rodeado de mujeres, con diferentes decisiones que se encargarán de escoger nuestro futuro en el juego, para bien y para mal.
En el caso de las novelas otome (videojuego destinado al público femenino), esa estructura no cambia demasiado, pero sí los géneros, que pasan a ser estrictamente contrarios. Una mujer como protagonista, muchos pretendientes, y varias decisiones que establecerán qué camino seguimos en nuestra vida virtual.
Hatoful Boyfriend (creado por Pigeonation Inc en 2011), a simple vista, presenta todos esos elementos típicos y clásicos de los otome, pero con una ligera modificación. Un pequeño detalle que consigue convertir magistralmente una novela buena en fantástica, una ligera pincelada que, junto a un trabajo bien realizado y un guión asombroso, cambia completamente el sentido de la obra.
Porque aunque Hatoful Boyfriend sea como la gran mayoría de novelas del mercado y consista en encontrar a tu ser querido, no son hombres lo que encontraremos en ella, sino palomas. Un colegio entero para nosotros solos, donde seremos la única persona humana en kilómetros a la redonda, ya que un extraño virus acabó hace tiempo con casi toda la población humana mundial. Nuestra es entonces, la decisión de superar nuestros prejuicios y adentrarnos en una historia de amor con una de estas simpáticas aves.