sábado, 12 de septiembre de 2015

Vacaciones y vacantes

Antes de empezar a soltar parrafadas sin sentido como estoy acostumbrado a hacer últimamente en este blog (partiendo de que con últimamente me refiero a la última entrada de hace unos siete meses), me gustaría aclarar un par de temas que quedaron en el aire y mi extraño sentido de un deber algo retardado me obliga a explicar.

Primero, me gustaría pedir disculpas públicamente por estos pequeños siete meses (¿puede llegar a ser "pequeña" una medida de tiempo?) que el blog ha quedado sin actividad. Como veréis, mi vida ha pasado por unos cuantos altibajos que, espero, vuelvan a suceder nuevamente y se perpetúen hasta aproximadamente los siguientes cuarenta años. Altibajos que, después de esa frase, entenderéis que se tratan de algo positivo que estoy deseando repetir nuevamente, si el destino gusta de que ocurran.

Han sido muy buenos meses para mí, y en realidad, no he estado tan atareado como mi ausencia en el blog transmitía, por lo que en realidad confieso que dejar de escribir aquí ha sido una decisión parcialmente originada a partes iguales por la falta de tiempo y por la necesidad de dejar de lado las constantes entradas semanales y tomarme unas (¿merecidas?) vacaciones. A finales de julio ya me encontraba con suficiente tiempo libre para seguir con el blog, pero no me apetecía demasiado, por lo que aquí y ahora, os pido disculpas por pasar del tema, ponerme unas gafas de sol y una camiseta con motivos florales y despreocuparme totalmente de mis obligaciones con este pequeño rincón de Internet.

Segundo, me gustaría pedir disculpas públicamente por la futura actividad del blog. "No puede ser que nos pida disculpas por dejar el blog de lado y después tenga la caradura de volverlo a dejar de lado sin razones aparentes, ¿no?" Pues efectivamente, así es, pero antes de que empecéis a tirarme piedras, os invito a que aguantéis unos párrafos más y me dejéis explicar dónde ha ido el tiempo libre que supuestamente iba a dedicar al blog.

Algunos de vosotros ya conocéis mi entrada en la comunidad bloguera Zona Delta, que con gran generosidad ha decidido aceptar un blog totalmente muerto durante siete meses, sin exigirme nunca aumentar su actividad o publicar determinadas entradas al mes. En dicha comunidad se han llevado a cabo iniciativas, debates, discusiones e incluso batallas de hombres contra patos, y en la cual a día de hoy, sigo teniendo bastante actividad en sus foros comparada con la que muestro dentro del blog.

En una de sus iniciativas, se retaba a la comunidad a realizar una partida de Pokémon (cualquier versión) siguiendo las reglas Nuzlocke, que se resumen en capturar sólo el primer Pokémon que aparece en cada región, liberar cualquier Pokémon de nuestro equipo que se debilite y considerar un fin del juego permanente si acaban con todo nuestro equipo, sin posibilidad alguna de cargar partida y volver a intentarlo. Podéis leer todas las reglas en el siguiente enlace: Nuzlocke.

Dicho esto, en la iniciativa se animaba a explicar paso a paso nuestra partida en el foro y se aconsejaba formar nuestras propias historias y redactar sobre ellas. Por ello, al tener algo de tiempo libre y muchas ganas de empezar a jugar bajo tan estrictas reglas, decidí subirme al carro y apuntarme a tan curioso viaje, pero de una forma un tanto singular.

Sin saber cómo, empecé a escribir en Google Docs un pequeño relato de mi Nuzlocke, aportado imágenes y acompañándolas con mucho texto para explicar cada uno de los detalles que aparecían en la pantalla, elaborando mi propia historia e intentando de una forma u otra que todo tuviera el máximo sentido posible con el juego y las reglas a las que está sometida mi partida.

Con el paso del tiempo, aquellas breves partidas de varios minutos se alargaban más y más, llegando a varias decenas de horas escribiendo, y sin darme cuenta, contemplaba como aquel pequeño relato cada vez se iba alargando más y más, hasta límites insospechados. Aquellas primeras diez páginas que había escrito se habían convertido rápidamente en cincuenta, multiplicando asombrosamente los capítulos que formaban mi viaje.

Actualmente, el mencionado escrito contiene ya más de 200 páginas, un número que aumenta cada semana, y que si todo sale bien, llegará a duplicar o incluso triplicar la cifra de páginas actual, ya que tras 30 horas de juego, sigo teniendo aún nada más que dos de las ocho medallas que, como todos sabéis, contiene el juego. (En parte, la culpa la tiene el tamaño de letra que utilizo y la enorme cantidad de capturas en cada capítulo)

Todo el tiempo que debería haber dedicado al blog se ha visto engullido por la realización de este relato, que al fin y al cabo, sigue teniendo por base la escritura, pero esta vez, desde un punto de vista mucho más novelesco y no tan informativo como en la mayoría de entradas publicadas en este blog.

¿Quiere decir esto que hasta que no acabe con el relato, no volveré a activar el flujo de entradas del blog? En absoluto, ya que si ahora dispongo de algo más de tiempo, es posible que decida escribir nuevas entradas, pero nunca siguiendo un esquema temporal como hacía antiguamente. Quizás en un mes publique tres, que al siguiente bien puedo decidir no publicar nada. Intentaré que eso no pase, pero es algo que sólo el tiempo lo dirá.

De todas maneras, si queréis seguir leyendo las tonterías que publico, podeís seguir el Nuzlocke a través del chan de Zona Delta, donde aproximadamente cada semana publico un capítulo nuevo: http://zonadelta.net/deltachan/res/3415.html En él, también podéis leer los Nuzlockes de otros integrantes de la comunidad.

Advierto que en el relato aparecen escenas algo violentas y explícitas, por lo que aconsejaría que personas que no estén familiarizadas con la sangre dejasen de lado la lectura y utilizasen su tiempo para tareas menos dolorosas y más productivas. No creo ni mucho menos que mi manera de escribir sea tan extraordinaria como para producir la repulsión de algunas personas, pero mi aviso queda en el aire por si acaso.

Por último, me gustaría también advertir que el relato sigue en beta y no he realizado aún la corrección de todos los errores gramaticales y ortográficos que me gustaría, por lo que es muy probable encontrar faltas que no han sido corregidas aún. Lo mejor sería esperar a la versión final del relato, pero mucho me temo que al paso que voy, se puede alargar hasta 2017 o 2018.

A continuación dejo el enlace de descarga del Acto I, donde se pueden leer las primeras 180 páginas del relato: https://mega.nz/#!uktCyZqJ!axY3X54yuJ7cp0w2LYZnF5_wGOZQvqa5guItCEfY2jY

Cuando acabe cada Acto, publicaré aquí una entrada con su correspondiente enlace, pese a que podéis mirar en el hilo de Zona Delta cada una de las actualizaciones semanales que reciba el documento.

Nada más, gracias por aguantar hasta aquí la lectura y, si queréis, podéis proceder ya al lanzamiento de las piedras correspondientes, muchas gracias. Dejo un título aleatorio para rememorar los tiempos pasados que ya no volverán.

4 comentarios:

  1. Sólo escribo para dejar constancia de que por lo menos alguien ha seguido entrando muy de tanto en tanto en este blog estos últimos siete meses para ver si salía algo.
    En realidad ni siquiera me interesan los juegos indies, que es de lo que más hablaba últimamente, es decir, en el último año y medio, pero por algún motivo no hay muchos sitios en castellano que sigan esta tendencia de hablar sólo de juegos rarunos. Bueno, creo que no hay ninguno.
    Buena suerte y espero vuelva con cosas interesantes.

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    1. ¡Muchas gracias por seguir el blog!

      Próximamente hablaré de cosillas extrañas, no te preocupes. Concretamente, este fin de semana, con un par de entradas que tengo pensadas en la recámara. A ver si los ratos en tren me ayudan a inspirarme y puedo tener un flujo de entradas más acorde a como era Mundo Angol antiguamente.

      Desgraciadamente, creo que del relato de Pokémon no puedo decir lo mismo...

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  2. Me alegro mucho de que hayas vuelto al blog finalmente, Angol. Esta entrada sí que la leí al momento, pero como te lo dije por privado nunca me animé a escribir por aquí, pero ya que hoy me pongo al día, empecemos desde los orígenes.

    Espero sinceramente que, con esta nueva etapa (tras unas vacaciones sí merecidas) nos traigas de nuevo todas aquellas cosas raras e interesantes que nos solías mostrar y aquellos relatos inquietantes tras visitar según qué juegos que muy pocos se atreverían a tocar, aunque sí veamos, también, otros juegos un-poco-menos-desconocidos. Simplemente, mucho ánimo y a seguir con esa entrada semanal que parece que estás trayendo.

    Los que te leíamos antes, ya sabes que aquí seguiremos (aunque algunos vayamos con retraso), viendo todo lo que nos vayas descubriendo, ¡así que genial volver a poder leerte por aquí! Saber tu opinión de algo no resultaba demasiado difícil (con mirar deltachan, cualquier persona podría saberlo fácilmente), pero se echaba mucho de menos leerte en este formato de entrada larga.

    ¡Nos vemos!

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    1. Me alegro que leáis todas estas cosas, aunque no escribáis comentarios yo sé que en el fondo alguien acaba entrando aquí, y eso ya es motivo de alegría. (Aunque sea yo mismo para volver a leer lo que escribo)

      No sé si lo he comentado ya, pero parece que sí voy a volver a las entradas semanales durante al menos una temporada. El tren me deja una horita cada día de meditación y la voy a usar para escribir poco a poco las entradas que vayan pasando por mi cabeza. No os prometo que sea tan constante como el último año pero algo es algo, supongo.

      Tendréis estrenos y cosas raras por igual, pero lo que sí os aseguro es que todas las entradas merecen su pequeño sitio en Mundo Angol, ya sea para dejar constancia de una opinión o para almacenar poco a poco las rarezas que pasen por mis manos.

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