domingo, 21 de septiembre de 2014

Uin


Biggt ha muerto. O al menos, eso es lo que parece, pues hace más de cuatro años que no recibimos ninguna noticia suya en los rincones que solía frecuentar hace mucho tiempo. Su página personal ya no es más que la sombra de un proyecto abandonado, y el único recuerdo que tenemos de sus pasos por el mundo virtual son sus obras, sus pequeños granitos de arena, vivos en el recuerdo de aquellos con la valentía suficiente para darles una oportunidad.

Es una gran pérdida, especialmente para aquellos deseosos de seguir con la larga estela de rareza, bizarrismo y sinsentido que acompañaba siempre todos sus trabajos, desde los excéntricos LaLaLand hasta el juego que nos ocupa hoy, y que es posiblemente su obra magna, Uin.

Si bien es cierto que todos sus juegos presentaban un panorama semejante (es decir, la ausencia de lógica), se podría decir que Uin es su intento más claro de realizar algo mucho más serio y trabajado, con un contenido que sobrepasa con creces el tiempo medio de juego de sus publicaciones anteriores, que no solían durar más que un pequeño vistazo del jugador corriente para darse cuenta de que aquello que tenía entre manos carecía de todo sentido.

A diferencia de los LaLaLand o Lu Pei's Dream, Uin es un pequeño indie diseñado para unas 3 o 4 horas de juego, y con unos gráficos muy propios del autor, al clásico estilo pixel art, pero algo más definidos y no tan cuadrados como en el resto de sus juegos. El pobre hombre lo intenta, pero el resultado dista mucho de lo que podríamos llamar buenos gráficos.

Biggt se ha esforzado, y mucho, en hacer lo que sería más tarde su obra de referencia, y aquello que recomiendan la mayoría de fans locos para captar más miembros a su curiosa secta. Empezar con LaLaLand es muy duro, y Lu Pei's Dream dura tan poquito que no hay mucho tiempo para disfrutar de sus encantadores gráficos, su preciosa banda sonora (formada por tan solo una canción) y su curiosa jugabilidad.

Pero no os confundáis. Uin es un monstruo, una aberración sacada de las tinieblas más oscuras del reino de las esperanzas quebradas, y el pequeño juego de la chica montando a lomos de un león no es más que un pequeño error en el historial de Biggt, una pequeña mancha multicolor en un mar negro de odio y locura.

Uin comparte tanto rasgos de un juego como de otro, pero no de una manera simple y agradable, añadiendo toques de uno por allí y de otro por allá, sino de una forma violenta y cruel, corrompiendo cada pequeña parte de un juego que, aunque no pueda ser tan loco y bizarro como LaLaLand, no se queda corto en sinsentidos y locura, con un sentimiento constante de depresión y pesimismo que se puede apreciar en cada detalle del mismo, y que no reflejan otra cosa que el corazón negro y marchitado de su paranoico creador.


Al ser un juego más largo y con más contenido, el volumen de sus locuras no está altamente concentrado en cada uno de sus escenarios, y es un detalle que acaba resultando muy beneficioso, pues le da un saludable aire fresco al jugador en forma de gameplay decente y no consigue hacerlo explotar a los primeros cinco minutos de juego. El resultado acaba siendo el mismo, sí, pero no de una manera tan frenética.

Se nota mucho que de sus siete juegos, Uin cuenta con el argumento más elaborado, y difícilmente puede ser puesto en duda, pero hasta la película más rara de David Lynch tiene más argumento que muchas de sus creaciones. La cinemática inicial del juego nos presenta al protagonista (no me preguntéis cuál es su nombre) pasando un rato de ocio en su habitación, y que de repente, recibe una visita de su hermano, un ser horrible y antipático que al parecer tiene que ir a trabajar, metiéndose en el armario del protagonista y metiéndose con él de pasada.

El protagonista, al igual que el jugador mismo, no entiende nada y decide seguirle, llevado por la curiosidad y la aventura, y una vez dentro, es transportado a un mundo repleto de deformes enemigos y sin la posibilidad de volver atrás. Al pobre, no le quedará más remedio que adentrarse en las profundidades de tan extraño lugar, encontrar a su hermano y dar con la manera de volver a su cuarto y a la seguridad de su hogar.


Como podéis ver, se trata de un juego diseñado enteramente en escala de grises y con unos gráficos que dejan mucho que desear, pero que resultan increíblemente útiles para transmitir esa sensación tan espeluznante que rodea a todas las obras de Biggt. Seguramente con unos gráficos más detallados, dicha sensación se perdería un poco y sería una verdadera lástima, pues acaba resultando en uno de los mejores aspectos del juego, sobre todo acompañado con una música tan conveniente y oportuna.

Curiosamente, un argumento de este calibre no supondría la razón principal para jugarlo, pero ya es más de lo que podríamos esperar de algo así, y sorprendentemente, el principio es de las partes más normales y lógicamente razonables del juego, y no acaba siendo más que una excusa para adentrarnos en la boca del lobo y llegar más y más lejos, hasta descubrir una línea argumental que nos hará dudar de las capacidades mentales de su creador. (Y de las nuestras por jugarlo)

Quizás lo más normal del juego sea su jugabilidad, y aun así tiene detalles muy extraños. A lo largo del mismo aparecerán ciertos enemigos, y nuestra obligación será destruírlos violentamente con un poder en forma de balas mágicas que necesitarán un segundo de recarga cuando creamos conveniente. Estos enemigos morirán permanentemente y nunca más volverán a la vida. Reaparecerán, pero en un número limitado y todos aquellos que mueran serán llevados a un paraíso que visitará el mismo jugador cuando muera en el mundo inferior.


Con el tiempo, todos los enemigos se extinguirán y descubriremos en etapas más avanzadas que no es más que otro objetivo del juego necesario para poder ver los créditos: Acabar con todo y con todos los que se nos pongan en nuestro camino hacia la victoria.

Uin es un juego muy extraño, y personalmente, no sé si merece mucho la pena darle una oportunidad, pero seguramente se gane un hueco en el corazón de aquellos que busquen juegos extraños y buenas dosis de sinsentido, y así llegar a descubrir si vale la pena seguir al maestro del surrealismo indie o mejor darse la vuelta a tiempo para conservar lo poco que les quede de cordura y no acercarse nunca más a estas horribles, extrañas, olvidadas e incomprendidas obras de arte.

Si por algún casual os interesa, recordad que podéis jugar completamente gratis desde aquí: http://sandbox.yoyogames.com/games/123139-uin

6 comentarios:

  1. Lo quiero. Ya. Necesito más juegos de este estilo para agrandar una lista iniciada por LSD Dream Emulator.

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    1. ¡Necesito ver esa lista! *_*

      Se me ha olvidado añadirlo, pero el juego es totalmente gratis y lo podéis bajar desde aquí: http://sandbox.yoyogames.com/games/123139-uin

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  2. Juego extraño dices? Bueno, parece que no te ha convencido al 100 % así que no me tengo que preocupar de que aparezca por alguno de mis "¿A Qué Juego Quieres que Juegue?" xDDD

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    1. La verdad, no demasiado, por raro que parezca, prefiero los anteriores juegos de Biggt, pero vaya, este es el único que dura más de 10 minutos... Y no, no te preocupes que no te lo pienso recomendar. xDDD Para eso ya hay juegos raros y mucho más artísticos como mi querido Middens... <3

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  3. Con los juegos de este tipo hago algo: veo las fotos, pongo en una escala del 1 al 10 cómo de fumada supongo que será el juego en función a lo que acabo de verme y luego comparo esa nota con la que me transmite el juego tras leer tu texto. Normalmente coinciden :´D

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    1. Hahaha, sí, lo que corre por el blog no son cosas muy normales... Al menos ya tenéis una ligera pista de si puede ser interesante o no jugar a estas cosas, que muchas veces acaba siendo una expedición hacia lo desconocido, sin saber qué habrá en el fondo del asunto, si oro puro o carbón barato de Reyes...

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