sábado, 14 de septiembre de 2013

Amnesia: A Machine For Pigs


Siempre he sido un fan de Amnesia: The Dark Descent, y el día que anunciaron su secuela no podía contener mi alegría. El primero era genial, y seguro que su segunda parte sería infinitamente mejor que la primera. Con más presupuesto, mejor acabado y mucho, muchísimo más terrorífico que el primero, llegando incluso a darme miedo.

Soy un hombre viejo, con mucha experiencia a mis espaldas y, aunque confieso ser un poco gallina, ya lo he visto casi todo en el mundo del horror en lo que se refiere a videojuegos, y no encontré Amnesia tan aterrador como suelen pintarlo. O al menos, no me obligó a utilizar guías para acabarlo cuanto antes mejor, y salir rápido de esa pesadilla, que es lo que me suele ocurrir con los títulos más macabros de este curioso género.

Pero el gameplay... ¡Ah, el gameplay! Con su genial organización de recursos, su constante tensión de "como se me acabe la lámpara me voy a la mierda", su sistema de sigilo y ocultación, sus asequibles puzles, su semi-aleatorio spawneo de enemigos, su ambientación, sus constantes "no sé dónde me estoy metiendo"... Lo hacían un juego muy especial, e incluso llegó a hacerme creer que un juego de terror hecho y derecho no debería tener armas, para no proporcionarnos una sensación de seguridad que pudiese acabar completamente con nuestros temores.

Por ello esperaba ansiosamente su secuela. ¡Imaginaos si incluso, aparte de todas esas mecánicas, llegaba a darme miedo! No cabía en mí, e incluso contaba los días que faltaban para que saliera al mercado. Y una vez lo hizo, mi mente dejó de lado todo tipo de asuntos triviales para concentrarse de lleno en la aventura que estaba a punto de vivir.

No acostumbro en MundoAngol a escribir sobre juegos tan recientes, pero me gustaría haceros hoy una excepción, y contaros mis puntos de vista sobre esta curiosa secuela. En realidad es una necesidad psicológica de querer mostrar mi amor y odio y así desestresarme, ya lo sabéis. Todos lo sabemos.

El caso es que, en 2010, Frictional Games sacó al mercado Amnesia: The Dark Descent, los creadores de la famosa saga Penumbra, a menudo objeto de constantes elogios y alabanzas, aunque no demasiado famosa. Con el estreno de The Dark Descent, Frictional consiguió mucha fama y gloria, y tiempo después anunciaron su segunda parte, Amnesia: A Machine For Pigs.

Pero extrañamente, no era una secuela enteramente dirigida por ellos. Para su desarrollo, contaron con la pequeña empresa que desarrolló Dear Esther, thechineseroom, y lo que en un principio iba a ser un pequeño mod oficial, acabó convirtiéndose en algo mucho mayor, al ver las dos empresas, las enormes posibilidades de su colaboración conjunta.

Muchos retrasos después, el 9 de septiembre de 2013 llegó al mercado. No como mod, sino como una secuela hecha y derecha. O al menos, eso es lo que la gente pensaba.

El argumento del juego es parecido al de la primera entrega. Nos encarnamos en un hombre con ligeros síntomas de amnesia, y sólo recordamos ciertos detalles generales de nuestra vida, como el hecho de tener hijos y haberlos perdido por alguna parte. Lo normal. Al empezar el juego e iniciar nuestra búsqueda, una misteriosa voz nos informa que están en lo más profundo de una máquina gigantesca que construyó el mismo protagonista hace unos años, atrapados, esperándonos. (Nota: A partir de aquí, me refiero a esa gran máquina como The Machine)

Básicamente el tema del juego se basa en dos aspectos que podemos encontrar en el título mismo. Máquinas y cerdos. Dos temas muy relacionados que conforman la ambientación básica del juego, situada en plena revolución industrial, y más concretamente, en 1899, y entre los escenarios que vamos a ver en nuestra aventura destacan sobretodo los entornos industriales y con multitud de chismes y máquinas, realizando una mezcla de procesos propios y no tan propios de una carnicería automatizada, y descubriendo poco a poco los secretos de algo tan grande como puede ser The Machine, recorriendo millas y millas de túneles subterráneos con la más perversa de las maquinarias.

¡Maquinitas!

A partir de aquí, y una vez situados, os voy a contar un poco qué tal me ha parecido el juego, con sus pros y sus contras, y de lo que en teoría se esperaba de una secuela de Amnesia. Realmente no me esperaba mucho, porque todo el hype contenido se desinfló días antes al enterarme que no era una producción completa de Frictional Games y que los gafitas de Dear Esther eran los jefazos del proyecto, pero aun así no perdí la esperanza. Y eso se vio recompensado con muchos puntos buenos, pero también azotado por multitud de puntos malos, o más bien, mejorables.

Entre las cosas que me han gustado, se encuentra la genial elección de momento y época, pero es algo totalmente subjetivo que solo a un loco de las maquinitas y los engranajes puede gustarle. Desde siempre me ha gustado muchísimo la revolución industrial y todo lo relacionado, y por ello no es de extrañar que un juego ambientado en ese tiempo me haya gustado justamente por la época en sí. Las fábricas, las máquinas, la arquitectura de The Machine... Me ha gustado mucho toda su ambientación, pero me parece a mí que es un detalle completamente subjetivo y entiendo que a otros nos les haga tanta gracia como a mí.

Otro de sus detalles altamente loables es su música, con piezas tan buenas como Kyrie o Mors Praematura, canciones compuestas por Jessica Curry y que consiguen dar una ambientación exageradamente buena, llegando a poner los pelos de punta en algunas escenas del juego. La ópera le queda considerablemente bien al juego y es uno de los aspectos que incluso encuentro mejores respecto al uno, donde no había muchas canciones que me llegasen al alma. Punto y minipunto para el equipo del walking simulator.

Por mucho que me haga el entendido de Amnesias, no fue hasta horas después de pasarme el juego cuando me di cuenta de otros de los puntos a favor del juego, y es sus sutiles referencias al primero, mencionando el orbe protagonista de la primera aventura, Alexander, e incluso a Agrippa. Detalles muy simpáticos para agrandar el universo de Amnesia con información adicional y contentar a los fans del primer juego.

También es necesario mencionar el constante malrollismo que desprende la combinación de cerdos y máquinas, con textos esparcidos por el juego capaces de sobrecogernos por las sutiles situaciones que dejan caer en algunos casos, haciéndonos preguntar si tan solo cerdos estarían involucrados en sus inquietantes procesos, o si por el contrario la máquina estaría diseñada para recoger otro tipo de macabro ingrediente. No suelen quedar muy claro esos temas, pero la sensación que te deja en el cuerpo es muy buena.

En el juego hay tetas. ¡Tetas!

Y hasta aquí puedo leer en lo que respecta a puntos positivos. Si tenéis que ir al baño, hacedlo ahora, porque desgraciadamente los negativos son tantos que fácilmente pueden hacerle frente a todos los mencionados anteriormente. Una pena.

Para empezar, el juego dura cuatro horas. Sí, así es. Dura nada más y nada menos que cuatro horas. Los más rápidos pueden acabarlo en 3, los más lentos en cinco. Mientras que el primer Amnesia duraba unas... ¿Ocho horas? No tengo ni idea, pero os aseguro que necesité más de un día para acabarlo. A Machine For Pigs he tardado poco más de media tarde. Si pensáis que tenéis juego para rato, estáis muy, muy equivocados.

No hay puzles. Lo siento, quizás he sido un poco brusco. No hay puzles serios. Así sí.

Cuando en Amnesia teníamos una serie de puzles exageradamente bien diseñados y medianamente elaborados, combinando objetos y utilizándolos en objetos del escenario, al más puro estilo aventura gráfica, e ideados para mantener la tensión en el jugador, aquí nos limitamos a mover objetos y ponerlos en lugares específicos, nada más.

Nunca olvidaré en el primer Amnesia mi estancia en las mazmorras, intentando abrir una puerta con un puzle muy simple y obligándome a iluminar con velas todo el lugar, por miedo a caminar en la oscuridad y encontrarme alguno de esos bichos. Tensión y nerviosismo por las nubes. Por acabar el dichoso puzle, por salir de allí tan pronto como pudiese. En A Machine For Pigs los puzles son tan fáciles que dan cierta vergüenza ajena, y el único momento tenso en lo referente a ellos es simplemente mover más deprisa el ratón para salir pitando de cierto lugar. Poco más. Excesivamente decepcionante.

Pero qué asco, por favor... ¡Si no tiene ni plumas!

Y por si fuera poco, los objetos importantes y las sillas son los únicos que podemos mover a nuestro antojo, lo que le da un matiz exageradamente simple a todo. Pero me refiero a mover, y no a coger, porque coger es una opción demasiado pura para que nosotros, viles jugadores, tengamos derecho a ellas. No hay inventario. Simplemente, no hay. Como lo oís. Eso significa que no hay salud, no hay puzles complejos de combinar objetos, y lo más importante, no hay aceite.
Siento parecer un abuelito cebolleta, pero en el primer Amnesia existía un pequeño minijuego subliminal que a mí me encantaba y que consistía en organizar los recursos del jugador. La fuente primaria de luz que disponíamos no era ilimitada, y ello nos obligaba a apagarla en las zonas iluminadas y escogiendo en qué partes nos sentíamos más seguros y en cuáles no. ¿Que teníamos mucho miedo y no podíamos avanzar a ciegas? Encendíamos la linterna. ¿Que nos sentíamos seguros y podíamos afrontar los peligros con valentía? Apagábamos la linterna, por si era necesaria en el futuro.

Los yesqueros también eran una parte esencial del juego, y conseguían encender velas del escenario, por si teníamos que pasar por un lugar poco iluminado varias veces, para no malgastar la linterna buscando la solución a aquel puzle que nos tenía tan atascados. Gestión, administración y organización. Una mecánica genial que te obligaba a explorar absolutamente todos los rincones del juego.

En A Machine For Pigs, la linterna es infinita y nunca se gasta, lo que le quita mucha presión y tensión al juego. Acaba siendo un simulador de pasear, mientras vas resolviendo unos cuantos puzles simples para avanzar. Los enemigos no son problema, porque hay excesivamente pocos. En total he contado poco menos de diez en todo el juego, que sean una amenaza para el jugador. Hay tres o cuatro escenas de persecución y poco más.

No importa que sólo podamos mover sillas y objetos importantes. Nosotros nos divertimos igual.

Tampoco existe la cordura. Ver a un enemigo nos causa la misma sensación que mirar ovejitas pastando en las praderas, ninguna en absoluto. Da igual que sea un cerdo mutante, una criatura del más oscuro abismo o hasta el mismo Cthulhu. A nuestro protagonista le da igual todo y avanza a base de locura e inocencia, ajeno al oscuro pasado que poco a poco vamos entendiendo.

Entonces, ¿qué conseguimos si juntamos una fuente de luz ilimitada, pocos enemigos y un mal sistema de cordura/salud? Exacto, un juego de terror sin terror. Y esa es la pura verdad, no da miedo en absoluto. Puede que en ocasiones nos deje mal cuerpo la ambientación, y quizás la historia, pero el gameplay no lo da en absoluto. Aunque el primer juego tampoco me causó tanto miedo, al menos me mantenía tenso delante de la pantalla, y en cierta manera esperaba algo así con su segunda entrega. Completamente mejorable en muchísimos aspectos.

En cambio, la historia ha estado bien, salvo unos cuantos matices igualmente mejorables. Es una historia más bien simple, y fácilmente entendible. Quizás podría ser algo más compleja, pero para un juego que dura cuatro horas es algo normal. Los textos que vas encontrando por el camino están bastante bien y te ayudan a situarte, aunque se pueda resumir la historia del juego en dos líneas.

Por lo demás, es un juego normalillo. Muchos lo tildan como la decepción del año, y la verdad, sí que es cierto que es totalmente mejorable en muchísimos aspectos. ¿Merece el nombre de Amnesia? Yo creo que sí, pero es infinitamente peor que la primera parte, y aunque a mí me ha acabado gustando (por razones subjetivas, como ya he dicho antes), es un producto muy mejorable. Lo recomendaría, pero será mejor que os lo penséis dos veces antes de comprarlo por más de cinco euros. Yo no lo hice y me alegro de haber tomado esa decisión.

7 comentarios:

  1. yo lo descargue aunque me paso lo mismo que el 1 mi tarjeta integrada no me deja correrlo y a otros juegos si en fin

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si no has jugado al primero, tampoco pasa nada que no puedas jugar a este. ¡En cuanto tengas una mejor gráfica tienes que ponerte al día!

      Eliminar
  2. Yo lo estoy jugando ahora y no he querido leerte (lo siento), pero es que quiero jugarlo sin saber absolutamente nada (lo estoy consiguiendo). Cuando lo termine me pasaré por aquí *_*

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si lo has empezado hace poco, no creo que tardes mucho en volver... ^_^; ¡Ya me contarás cuando lo acabes!

      Eliminar
    2. Aquí estoy, recién acabado y entrando aquí inmediatamente! Tendrás queja! xD Te voy comentando conforme te leo.

      Pues yo soy de los pocos que no se aterrorizó con el primer Amnesia. Sí, algo distinto, diferente, con cosas muy buenas, pero no tanto como todo el mundo lo pone. Quizá influye que la mayoría no jugó a los sensacionales Penumbra y atribuyen muchas cosas buenas al Amnesia cuando en realidad vienen de los Penumbra. Así que me pasa un poco lo que a ti. Eso sí, no sabía exactamente en qué me fallaba, así que estaba convencido de que esta "segunda parte" me iba a encantar, pero no ha sido así :/.

      A mí también me gustó mucho la ambientación, todo el tema de Londres y tal. Además, el principio (digamos la primera hora si ibas lento como yo) me pareció sublime, más que nada porque no sabía absolutamente nada y de verdad no tenía ni idea de a lo que me enfrentaba más allá de lo que deduje del nombre. Además, el impactante aspecto sonoro y luego la primera parte en la mansión me hacían presagiar algo totalmente distinto. Pero luego demasiada maquinaria, demasiadas tuberías y demasiada oscuridad :/

      Y todo lo negativo que dices, comulgo absolutamente. Se pierde la esencia pura de Amnesia, y ahora todo son sustos predeterminados y poco más. Es curioso que, siendo tan evidente lo que triunfó del primer Amnesia se hayan decantado por cambiar todo ello y convertirlo en, como dices, un simulador de paseos.

      Pero bueno, ya me extenderé más cuando haga el análisis pertinente, aunque podría hacer un copia y pega del tuyo sin más xDDD

      Eliminar
    3. Me alegra que tengamos tantos puntos en común, aunque no sea una opinión que diste mucho de la gran mayoria que ha probado el juego, pues todos nos sentimos de un modo u otro decepcionados después de jugar, no llegando a las expectativas que imaginábamos. La verdad, me entristece más que hayan desaprovechado una ambientación así con un gameplay tan poco cuidado, que el juego en sí. ¡Yo queria más maquinitas! (Lo mio es obsesión)

      Ahora mismo estoy jugando Outlast, que tiene un gameplay bastante parecido al primer Amnesia (con el correspondiente gestor de luz que a mí me gusta tanto) y que estaría bien que probaras si A Machine For Pigs te ha dejado con ganas de más survival horror, como me ha pasado a mí. También tiene muchas cosas malas, como una ambientación menos cuidada, textos más densos, la ausencia de puzles y que la gran parte de terror sea a base de jumpscares y no de terror psicológico propiamente dicho, pero bueno. En ti recae la decisión de jugarlo o no. La verdad que a mí tampoco me está matando demasiado, pero al menos seguro que me dura más de cuatro horas.

      ¡Estoy deseando leer tu entrada de AMFP! Gracias por pasarte y comentar :P

      Eliminar
    4. Ey, un detalle: Amnesia: The dark descent es de los creadores de la saga Penumbra, así que en todo caso es un "autoplagio" o evolución de las mecánicas.

      Eliminar