sábado, 7 de marzo de 2015

¿Que yo tenía un qué?


¿Un plock? ¿Un vloc? ¿Un bloc? ¿Eso no era aquella herramienta que se usaba para escribir notas? ¡¡Ahh!! ¡¡Un blog!! Esas carismáticas páginas web donde cualquiera podía escribir sus opiniones y pensamientos, esperando que de alguna forma u otra, la gente se amontonase y leyera cada uno de los importantísimos textos que con gran ahínco el autor presentaba, esa información sumamente esencial para el ser humano, esas palabras por las cuales el gran pensador dejaba en constancia y para la posteridad sus grandes opiniones que el mundo merecía conocer.

Sí, eso. Ese chisme.

¡Pues sí! ¡Hace años yo mantenía y publicaba entradas en un blog! ¡Aquí estoy, preparado para recibir mi justo castigo y hacer frente a todos aquellos que creen que pueden acabar con mi pasado! ¡El futuro se construirá sobre el aberrante cadáver de vuestras ideas y pensamientos muertos! ¡Homo homini lupus! ¡Sub ipsum fumus sumus!

Pero no os preocupéis, Mundo Angol no ha muerto, la sociedad nunca podrá hacerme callar. Escribo estas líneas mirando de reojo la oscura calle, apoyado contra una pared ya olvidada y desgastada por el paso de los años, vigilando la tétrica mano del titiritero que intenta mover las cuerdas de mi destino. Estoy lejos de casa, este ordenador está fabricado con ruinas de viejos motores y turbinas, y a mi alrededor huele a excrementos de mono. ¿O acaso el hedor vientre de mi propia alma?

Me duele el pecho al pensar en los felices momentos de hace unos meses, donde nada me preocupaba y todo seguía tal y como debería ser, pero la vida no perdona a nadie y en ocasiones, sacrificios deben hacerse para que todo vuelva a ser como era antes, con entradas cada semana y nuevos juegos de los que hablar públicamente en privado, tal y como fue diseñado el blog en un principio.

Pero no temáis. Sigo vivo, y la sangre sigue corriendo por cada una de mis venas y arterias. Su flujo ha disminuido por causas y motivos que no quiero recordar, pero la tenacidad ha convertido mis puños en martillos con el que fuertemente puedo aplastar a mis opresores y perseguidores.

Mi único objetivo hoy, 4 de febrero de 2018, es dejar aquí este mensaje, para que los habitantes de este donde y cuando puedan descansar tranquilos y tener esperanza de que Angol algún día volverá.

"Chicos, os debo una disculpa. Sé que me he ido hace mucho tiempo, y que ya no tenéis noticias de mí, pero no perdáis la esperanza, pues os juro que algún día volveré. La razón de mi ausencia es muy sencilla, no es más que una falta importante de tiempo libre, desde más o menos octubre. Estoy al final de mi carrera universitaria y grandes decisiones se llevan a cabo día tras día. 


A mediados de febrero tenía pensado volver y escribir, si todo iba mal y me quedaba sin la oportunidad de aprender más de mi oficio, aprovechando un semestre más relajado que el anterior, pero afortunadamente no ha sido así y todo va viento en popa, incluso mejor de lo que esperaba.


Por ello, necesito unos cuantos meses más. Os pido miles, millones de disculpas por este grandísimo hiatus y os prometo que cuando todo acabe, volveré y seguiré escribiendo como lo hacía anteriormente. Tengo muchas cosas que contar, y muchos, muchos juegos que me encantaría que tuvieran un lugar aquí, por lo que a Mundo Angol aún le quedan muchas entradas. Os prometo que volveréis a saber de mí en verano, cuando todo este lío se solucione y vuelva a disponer de tiempo libre para este rincón tan especial de mi vida."

Mi trabajo aquí ha terminado, pero no el vuestro. Seguid creyendo y esperando. Puede que algún día las ruedas y engranajes del cosmos vuelvan de nuevo a girar.

4 comentarios:

  1. Te faltó la etiqueta "Angols wtf".

    ResponderEliminar
  2. Respuestas
    1. Siempre me da por escribir tonterías que acaban confundiendo a todo el mundo, pero me parecía que un triste comunicado de ausencia sería demasiado aburrido y gris para el bonito morado de mi blog... Nada, que vuelvo en junio o julio, cuando mi vida se haya normalizado un poco. Cuidaos mucho en este "breve" lapso de tiempo.

      Eliminar