domingo, 20 de octubre de 2013

Blade: The Edge of Darkness


La Luna se teñirá de sangre. El Sol se oscurecerá. La tierra será cubierta por las aguas. De sus puestas en el firmamento, las fúlgidas estrellas se desprenderán. El fuego y el humo ascenderán a lo alto, y chocarán contra el propio cielo.

Con estas mismas palabras empieza Blade: The Edge of Darkness (Severance: Blade of Darkness en el extranjero), un videojuego producido por la empresa española Rebel Act Studios, reformada actualmente en MercurySteam y con unos cuantos juegos famosos a sus espaldas, como Clive Barker's Jericho o los últimos Castlevania.

Si hacéis memoria, seguramente recordéis hará muchos, muchos años, cierta revista llamada Computer Hoy Juegos, famosa por regalar un juego para PC cada mes con su compra. Personalmente, la revista en sí nunca fue santo de mi devoción, al sentirme de pequeño más atraído por las consolas que por los ordenadores, pero la suculenta idea de un nuevo juego cada mes hacía que obligara a mis padres a comprármela religiosamente cada vez que la veía en las estanterías de los kioscos.

Recuerdo con mucho cariño grandes juegos como Tomb Raider II, Soul Reaver, Diablo, Warcraft II, Ground Control, Battle Realms, y muchos más, que de pequeño me proporcionaron horas y horas de diversión. Y entre todos ellos, Blade.

Los que solían comprarla saben muy bien por dónde van los tiros, y es que Blade fue uno de los grandes juegos de mi infancia, llegando incluso a empezarlo de nuevo cada vez que me atascaba en cierta parte. Pero no fue hasta muy entrado en años, que conseguí pasármelo, ayudado por cierta guía, en la que conseguí solucionar el problema de mis atascos. Estúpidas paredes rompibles. Mal rayo os parta.

Nunca he encontrado que Blade fuera especialmente famoso, pero al constituir una parte tan entrañable de mi infancia, me vi obligado a terminarlo de nuevo hace muy poquito, con la correspondiente sensación de nostalgia que ello implicaba, devolviéndome de nuevo a hace más de diez años.

El mayor recuerdo que tenía del juego era su elevadísima dificultad. Tan elevada, que lo consideraba a la altura de otros que hacían que el simple hecho de rejugarlos causase escalofríos. Horas y horas de mi infancia tiradas por la borda, intentando por todos los medios llegar al final, y así, finalizar mi travesía.

Desgraciadamente, lo que recordaba como la maldad y la locura, capaces de dejar en evidencia supuestos juegos díficiles como Dark Souls, no era más que una quimera provocada por mis delirios infantiles, pues al rejugarlo, me di cuenta de que la idea que tenía del juego se desmoronaba a medida que iba jugando, como un enorme castillo de naipes.

No era tan difícil.

Y es que veréis, en realidad sí lo es, pero de una manera camuflada, porque puede verse totalmente ignorada por la determinante posibilidad de guardar partida en todo momento. ¿Qué ocurre entonces? Que podemos felizmente realizar la técnica del cobarde (como la llamo yo) para acabar con todos los enemigos del juego. Golpear, guardar, esquivar, guardar, golpear, guardar. Y si algo sale mal, cargar.

Qué vergüenza, Angol, rey entre mortales, asesino de gigantes, utilizando las técnicas sucias de pillos y ladrones. Pero ahí no acaba la cosa, porque de pequeño también utilizaba ese pequeño as en la manga, y para mi completa y triste decepción, el enemigo que solía hacerme de llorar de pequeño, resultó ser poco más que un insecto en la palma de mi mano.

Al final, resultó ser un juego bastante majo, y para nada cruel como me temía. Después me enteré que el reto del juego era acabarlo con la menor cantidad de guardados posibles, y que guardar partida era considerado un acto de cobardía, pero qué más da. Yo me lo pasé bien, y es lo que realmente importa.

Captura aleatoria de Blade.

Pero basta de actuar como un abuelito cebolleta y contaros de qué va todo esto. Su argumento es más simple que el mecanismo de un chupete. El jugador, desde un buen principio, puede optar por cuatro protagonistas. El bárbaro, el caballero, la amazona y el enano, que marcharán desde sus respectivas tierras en una cruzada para descubrir el origen del mal que azota el continente.

Mediante rimbombantes nombres sacados del zoroastrismo, nos contarán lo de siempre. Hemos sido elegidos para acabar con los seres oscuros que pueblan el mundo, y que para ello necesitaremos la ayuda de una espada sagrada, la verdadera protagonista del juego, ya que casi el 80% gira en torno a ella, y en la manera en que estamos destinados a conseguirla. El otro 20%, caballeros oscuros, orcos, esqueletos, y mucha, mucha sangre.

Bajo esa premisa, avanzaremos por multitud de lugares, con el constante escenario medieval que tanto caracteriza las historias de caballeros y espadas, muchos de ellos tan sorprendentes como trabajados, con unos gráficos que, aunque parecen antiguos, están bastante bien hechos para la edad del juego, sobretodo si pensamos en la gran cantidad de escenarios y pantallas que podemos recorrer, sin caer en la fatiga o el aburrimiento.

Desde castillos colosales, con sus enormes torres, hasta los abismos más profundos y oscuros, todo ello con un gameplay tan entretenido como emocionante. Si habéis jugado a Dark Souls, rápidamente comprenderéis todo aquello que el juego os puede enseñar, porque su sistema de combates es semejante y muy parecido.

Con un botón, podemos fijar blanco en los enemigos y encararnos a ellos, al más puro estilo uno contra uno. Es un sistema que personalmente a mí me encanta y que me ha hecho disfrutar del juego al máximo. También contamos con pociones, llaves, escudos, muchas armas, y hasta determinados movimientos especiales que podrá utilizar nuestro personaje si el arma que empuñamos resulta estar entre las especiales de nuestro héroe, así como un sistema de niveles muy ameno, y que supone un incentivo más para dar caza a todo lo que se mueva.

El mapa. Cada icono representa un nivel.

En general, es un juego muy lineal, con la única posibilidad de elegir un nivel u otro en ciertos momentos del juego. Normalmente pensaríamos que es algo que otorga mucha libertad en el juego, pudiendo escoger un camino u otro según te plazca, pero en absoluto es así, pues al acabar el nivel escogido, es obligatorio completar el que nos hemos dejado para avanzar en la aventura. Lo único que varía es el primer nivel, que variará dependiendo del protagonista con el que queramos jugar.

Poco a poco, según vamos avanzando, en determinado momento empezaremos a notar que no todo es tan simple como pensábamos, pues en algunos niveles, hay ciertas cámaras a las que sólo consiguen llegar aquellos que las buscan, y que están generalmente bien escondidas a lo largo del juego. ¿Qué implica encontrarlas? Pues veréis, al acabar el juego, nos encontramos con un final tan soso que inmediatamente nos hacen preguntar si realmente lo hemos desbloqueado todo, y es que, con todas las runas conseguidas (obtenidas en las cámaras antes mencionadas), se consigue llegar al último nivel del juego, y algo más importante aún, el ataque definitivo de la espada sagrada, algo tan exageradamente útil como roto, y que consigue que las últimas pantallas nos resulten un verdadero juego de niños.

Según tengo entendido, antes de llegar al final del juego, se nos da la posibilidad de volver atrás y encontrar las cámaras ocultas, algo que no he comprobado pero que resulta muy útil, pues normalmente no nos dejan volver atrás al acabar un escenario. Resultaría una verdadera pena tener que empezar de nuevo el juego simplemente porque nos hemos dejado una runa en la anterior pantalla.

El sonido también está bien, con sus melodías ambientales y sus canciones. No recuerdo muchas de ellas porque igual que Dark Souls, es un juego muy silencioso, pero sí que os puedo afirmar que hay algunas pistas de audio agradables a la escucha.


Uno de los aspectos más famosos de Blade, es sin ninguna duda su gore, tan explícito como cruel, y que toma una imagen tan macabra como divertida, con la posibilidad de descuartizar a tus enemigos, para después lanzar sus miembros amputados a otros enemigos. Diabólicamente divertido, pero tendremos que tener mucho cuidado, porque de igual forma que podemos cortar en cachitos a todo el mundo, también lo podrán hacer con nosotros. Tan justo como sangriento.

Es más bien un juego largo, suponiendo unas 20 horas de principio a fin, o quizás más, pero en absoluto se hacen largas, al tratarse de algo tan entretenido. Actualmente está disponible para comprar en GOG.com y para alegría de muchos, está completamente en castellano, tanto voces como textos, puesto que fue diseñado originalmente para nuestro idioma.

Y pese a que me gustaría contaros más y más cosas, al tratarse de un juego tan simple, me es imposible continuar. Pero que ello no os confunda, pues a veces, en la simplicidad reside la clave, y Blade: The Edge of Darkness es un claro ejemplo de ello, con su gore, sus espadas, su sistema de juego, y todos esos detalles que de pequeño hicieron que le cogiera tanto cariño al juego que incluso me vea obligado a rejugarlo cada cierto tiempo ya de mayor para recordar aquellos maravillosos años dorados.

8 comentarios:

  1. Ahora que surgió toda la fama de Demon's Souls se volvió a hablar mucho del Blade ^_^ Mucha gente le guarda mucho cariño y lo consideran un juegazo olvidado injustamente. Yo no lo he probado y por el tipo de juego tampoco lo haría, pero me ha gustado leer tu entrada, sobre todo con un enfoque tan personal, ¡bien!

    Yo también me compraba la Computer Hoy Juegos. En realidad la compraba mi papa y yo heredé la costumbre cuando volé del nidito xD.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo le guardo mucho cariño, casi tanto como a los juegos típicos de cuando éramos críos, como Pokémon o Super Mario World, y los no tan típicos como Theme Park World o Sim City, aunque ahora si jugase seguramente no me parecerían tan geniales como hasta hace años. No es el caso de Blade, por suerte. :P

      Eliminar
  2. El juego no pinta mal, más que nada por el sistema de combates (que si dices que recuerda al de Dark Souls puede ser interesante) pero eso de que los enemigos quiten tanta vida que tengas que guardar-pegar-guardar-morir-cargar-pegar-guardar, no me acaba de llamar. Me suena que una vez hice algo así emulando algun juego que para llegar a la pantalla secreta que sólo podías llegar conservando todas las vidas, y es un poco suplicio, para mí le quita toda la gracia. Prefiero que sea menos difícil pero que, aprendiendo, puedas acabar pasándotelo.

    También podrías decir: "oye, es tan fácil como no guardar cada 3 segundos", pero si la opción está ahí de forma oficial, casi parece que esté hecho a posta para que te lo pases de ésta forma XDDD.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, es un método un poco tosco, prefiero millones de veces más un sistema de checkpoints al estilo Dark Souls que tener que estar guardando a cada minuto, que cuando no te acuerdas durante un buen rato y acaban matándote... Al final quien quiere matar eres tú. O al menos un sistema para que no pudieras guardar entre combates, que también estaría bien. (Supongo que acabaría pasando lo mismo, de guardar y cargar si las cosas te han salido mal, pero quizás no sería tan tedioso)

      La opción está ahí oficialmente, claro, e incluso al lado del número de veces guardadas te sale un adjetivo, dependiendo de las veces que lo hagas a lo largo del juego, desde Heroico hasta Cobarde (que es el que tenía yo) Así que lo más seguro sea que el juego esté intencionadamente diseñado de esa manera, y ya tú al jugar te pones tus propios límites.

      Eliminar
  3. Disculpa que reflote el post, es que me encanta el juego. Me lo he vuelto a pasar con el bárbaro y la amazona y voy con el caballero. Le suelo poner algunos mods para que los gráficos y las armas tengan un toque diferente y van muy bien. Una cosa, Angol, yo sí he vuelto a los mapas para recoger las runas que no había recogido previamente, y suelen dejarte en una zona cercana a las cámaras secretas (te trasladan como por portales mágicos, es interesante verlo). Y además, todo el mapa está plagado de demonios y vampiros. Es digno de ver al menos una vez. Saludos

    ResponderEliminar
  4. Por cierto, creo que me lo he pasado como 30 veces...no exagero... Me lo sé ya de memoria. Soy casi como una guía andante de este juego :)

    ResponderEliminar
  5. ¡Hola, Cuchulain! No te preocupes por el reflote del post, y aunque el blog siga difunto, sigo leyendo vuestros comentarios, aunque estén en entradas de hace ya varios años.

    ¡Pues no sabía lo de las runas, la verdad! La próxima vez que juegue me dejaré alguna, para ver el tema de los portales, los demonios y vampiros. Parece como una vuelta de tuercas opcional, como una especie de castigo si nos hemos dejado algo. (Al estilo de "si no lo has cogido antes, ahora te va a costar un poco más")

    De todas maneras, sí que parece ser interesante, sobretodo para los que nos hemos pasado el juego varias veces y queremos ver algo nuevo. (Yo no llego a tu nivel, pero sí que confieso haberlo completado unas tres veces)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí que es interesante, la primera vez que lo vi lo flipé. Te dejan el mapa "muy dirigido" hacia lo que tienes que encontrar, incluso algunas puertas están abiertas cuando antes estaban cerradas...etc. Los demonios y vampiros te van saliendo a medida que avanzas, y llega a ser un poco agobiante y creo recordar que inmediatamente antes de la runa te sale un guerrero del caos. Si algún día lo pruebas o pruebas algo nuevo con Blade, no dudes en escribirme para compartir información ;)

      Eliminar