sábado, 3 de noviembre de 2012

American McGee's Alice


El país de las maravillas siempre ha sido un lugar enigmático, repleto de secretos, gente extraña y mucha, mucha locura. Un mundo de absurdos donde nuestra protagonista, Alice, vive sus peculiares y extrañas aventuras. Desde siempre los dos libros escritos por Lewis Carroll, Alicia en el país de las maravillas y Alicia a través del espejo, han sido tachados de raritos y muchas versiones han sido producidas. Desde la más inocente, como podría ser la película de Disney de 1951 hasta esta, la más sangrienta y bizarra de todas, American McGee's Alice.

Fue lanzado en el 2000 por Electronics Arts, y diseñado por American McGee, dándole su nombre al título, como ocurrió con American McGee's Grimm y American McGee's Crooked House años más tarde. Fue basado en el motor gráfico de Quake III Arena y su creador forma parte actualmente del equipo de Spicy Horse, autor de la famosa secuela Alice Madness Returns. El juego está totalmente en castellano, voces y textos, y el doblaje es bastante bueno.

La historia nos traslada años después de los dos libros escritos por Carroll, y nos presenta una Alice mucho más adulta y paranoica. Un día, mientras dormía en casa con sus padres, un trágico accidente provoca un terrible incendio y acaba con la vida de toda su familia, traumándola por años y aislándola en un centro médico. El País de las Maravillas que todos conocemos queda tergiversado de una manera abrupta y sus gentes pierden el control. La única que puede acabar con la locura y el mal que asola sus tierras es la propia Alice, pero métodos pacíficos no servirán de nada. Armada con la Espada Vorpal, pegará tajos a diestro y siniestro hasta llegar al corazón del mundo y acabar con los traumas que asolan su cabeza de una vez por todas.

Su género es acción en tercera persona, y nuestro estado lo definirán dos barras que encontraremos a los laterales de la pantalla. La roja, nuestra cordura (o puntos de vida) definirá la salud de Alice, y la azul, nuestra voluntad (o maná), nuestro poder mágico. Hay bastantes armas, desde la baraja de cartas hasta el mortífero trabuco, pasando por los dados demoníacos, y todas ellas tienen al menos un modo de uso. Con los clicks izquierdo y derecho iremos alternando entre ellos, utilizando la voluntad correspondiente en caso de que el ataque sea o no mágico. Aparte, cada vez que consigamos cierto objeto, nos transformaremos en nuestro estado berserker e infligiremos más daño a los enemigos.

Alice, en el maravilloso mundo pálido.

Los entornos son muy ricos y elaborados, transformando cada rincón del País de las Maravillas en un paisaje pesadillesco y lleno de peligros. Los gráficos, aunque antiguos, son una herramienta más para transportarnos a un entorno deformado y bizarro, creando personajes raros y extraños, pero que conservan su magia y siguen dando miedo por muy anticuados que sean. Además, para ser un juego del 2000 tampoco está tan mal, sobretodo en el tema de diseño de decorados y enemigos.

Podríamos decir que American McGee's Alice es un juego completo, donde hay bastantes cosas que hacer y conseguir, pero lamentablemente no es así, puesto que sólo dispone de una campaña lineal que podremos jugar en cuatro dificultades, Fácil, Normal, Díficil  y Pesadilla. No tiene más. Ni objetos conseguibles, ni puntos, ni vidas, ni trofeos, ni pruebas opcionales, ni nada de nada, pero quizás ahí resida precisamente su esencia, a modo de contraste con su secuela, Alice Madness Returns, donde los coleccionables son muchos y hasta podemos personalizar a nuestra pequeña heroína.

En cambio, American McGee's Alice tiene una simplicidad abrumadora. No encontraremos más que dos tipos de objetos en toda nuestra aventura (sin contar el elixir que nos hace berserker), unos rojos y otros azules, y como bien deduciréis, uno es para recuperar vida y el otro para recuperar maná. Nada más. Tampoco es demasiado difícil, el modo Normal es asequible, sobretodo si avanzado en el juego consigues el trabuco, un arma escondida con un poder de fuego inimaginable, que drenará nuestro maná de una forma exagerada en cada disparo. Conseguirlo es relativamente fácil con un poco de ojo, pero tampoco supone una diferencia exageradamente grande respecto a otras armas que usan poder mágico.

Con lo monos que parecían en la película de Disney...

El sistema de juego es simple, las armas son muy fáciles de utilizar y los controles responden bien. Requiere una mínima habilidad para algunas cosas como lanzar la espada vorpal si nos quedamos sin poder mágico y esquivar algún que otro tipo de ataque, pero nada exageradamente complejo.

Pero como recorrer sin perderse los incontables caminos del País de las Maravillas es una tarea algo difícil, el juego nos obsequia con un guía, que no es nada más y nada menos que el Gato de Cheshire, que con rimas y adivinanzas nos guiará hacia la victoria. También tendremos un mapa al cambiar de pantalla que nos dirá por dónde vamos y qué lugares hemos visitado ya. 

Los personajes están muy bien construidos y su diseño es muy macabro, lanzando por los aires las ideas que teníamos de ellos. Todo se convierte en malvado y muy pocos tienen la valentía de ayudar a Alice en su misión. No le faltarán aliados, pero los peligros estarán siempre al acecho.

No se nos presentará un nuevo enemigo ni aprenderemos más del País de las Maravillas, los enemigos serán los mismos habitantes del lugar. Tweedledum y Tweedledee, el Sombrerero Loco, la Duquesa, la Reina Roja, etc. Todos ellos simbolizan algo en la mente de Alice que le impide avanzar y dejar de sufrir, y acabar con ellos será la única forma de recuperarse de sus traumas.

                      
                                                          
Personalmente, los que más me han gustado, por su diseño, significado o sistema de juego han sido el Jabberwocky, un ente mitad dragón mitad máquina que representa la culpabilidad que siente Alice, y el Sombrerero Loco, un clásico entre clásicos, símbolo del miedo de nuestra protagonista y apasionado de los engranajes y de las máquinas, al cual la única pista que nos dan para derrotarlo es: "El Sombrerero siempre llega a las seis". 

Así mismo, los escenarios que más me han gustado han sido el Reino Pálido y el hogar del Sombrerero. En cambio, el que menos me ha gustado ha sido el Valle de las Lágrimas, que me ha parecido muy repetitivo y cansado. Quizás una gran parte de la culpa sobre mis gustos la tenga mi extraña obsesión por el tiempo, los relojes, la industria y la maquinaria, lo que explicaría por qué la mayoría de mis preferencias tengan siempre que ver con estos temas.

Pero hablemos ahora de uno de los aspectos más importantes del juego, su música. Ha sido elaborada por Chris Vrenna y las sensaciones que sentimos al escuchar alguna de las piezas es sobrecogedora. De una forma siniestra, nos ayuda a meternos en la piel de Alice y ambienta muy bien el paisaje y decorado, dándonos una sensación de abandono, maldad y tristeza.

Como anécdota curiosa, muchos de los sonidos que aparecen en el juego han sido elaborados con instrumentos de juguete, puertas, relojes y voces de mujeres en sample, riendo, gritando, y cantando. Uno de los ejemplo más claros son "I'm not edible", "Village of the Doomed", "Wonderland Woods" o "Flying on the Wings of Steam", aunque mi favorito ha sido siempre y será el tema "Late to the Jabberwocky".

El Jabberwocky, o Fablistanon en castellano, posiblemente el enemigo más guay del juego.

Ya lo he comentado antes, pero el doblaje y la traducción me han parecido muy buenos. El Gato de Cheshire habla con una profundidad muy acertada y sus frases están bien traducidas, manteniendo el significado y trasfondo de sus metáforas. En este vídeo podéis apreciar un pequeño ejemplo de las voces y su doblaje, perteneciente a los primeros minutos de juego. A veces hay pequeños fallos entre texto y voz, pero nada que sea excesivamente molesto.

La duración es bastante larga también y para ser un juego de acción tardaremos lo nuestro en completarlo, siendo la única pega no poder hacer nada más después de ver los créditos, aparte de jugarlo de nuevo en dificultades más altas, claro... Quizás el mayor inconveniente del juego sea eso mismo, su propia simpleza, pero su secuela está cargada de coleccionables y retos, y para nada lo considero mejor que este, pero ya hablaremos de Alice Madness Returns la semana que viene, con su respectiva comparación.

Y básicamente, un juego para aquellos que quieran pasar una aventura ya conocida, con elementos muy famosos y la única sorpresa de ver transformados a los personajes del libro de Carroll en los engendros del juego. Simple, sin mucha complejidad en mecánicas, pero muy bizarro, con una banda sonora increíble y una ambientación sublime. Los que disfrutan con tramas psicológicas, significados figurados y juegos lineales y simples deberían ser capaces de verle el atractivo a este título, así como a los amantes de los juegos extraños, aunque no suponga nada excesivamente bizarro.

Porque seamos sinceros, cosas más raras se han visto. (+18, abrir bajo vuestra propia responsabilidad)

Y sí, sabíamos que esto acabaría pasando.

6 comentarios:

  1. Siempre he querido jugar T-T, lo malo es que tengo poco tiempo (soy como el conejo blanco XD).
    Espero tu opinión del Madness return!

    Besos!

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    1. Está muy bien, pide pocos requisitos mínimos y es muy entretenido. Si hay suerte, la semana que viene haré la entrada de Madness Returns para así tener los dos juegos juntitos. ^_^

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  2. Qué curioso leer una entrada del original ahora, jejeje, mola más que leer sobre la secuela xD.

    Yo le tuve muchas ganas en su momento, pero era bien pequeña y el juego más bien destinado para un público maduro, así que ni me molesté en pedirlo (U^_^) Ahora me gustaría jugarlo, creo que lo regalaban digital con el Madness de PS3. ¡Lo quiero!

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    1. Iba a comentarlo en la entrada del Alice Madness Returns, pero sí, regalan una copia digital si compras la secuela. Para lo poco que pesa y para los años que tiene es una alegría que lo regalen, porque no tiene ni por asomo la tirada que tiene el Madness, que es mucho más bonito, con combates más trabajados y personalizable... Y menos rarito, también.

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  3. Pues lo conocía de refilón porque una amiga lo adora, pero yo estaba convencida de que era un plataformas 3D (estilo que... no me va mucho, la verdad, por eso lo he ido aplazando durante tantos años). Si es un juego de acción ya me lo pienso más, está por ver si me cambio el PC de una vez o qué, pero ahí queda apuntado aunque tenga otras prioridades.

    Me sorprende lo de que te parezca inferior a Madness Returns, estando tan valorado por los fans del original. A ver qué nos cuentas de él, pues.

    P.D.: madre mía, que yo ya me había olvidado de Malice in Wonderland. Ahora tendré que autosugestionarme para olvidar esa cosa otra vez xD.

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    1. Personalmente, me gusta más American McGee, por sus escenarios, su ambiente tétrico y su música, pero si nos ponemos objetivos, Madness Returns le da mil vueltas. Mejores gráficos, más variedad de pantallas, coleccionables, vestidos, minijuegos, un sistema de combate más pulido... Al fin y al cabo es un juego hecho once años después del original, así que hay una diferencia bastante grande entre ambos.

      Sin embargo, cuando acabé Madness Returns, me quedé como si faltara algo, ese toque que tenía el original. Quizás echaba de menos al Jabberwocky o quizás sea que la última pantalla me pareció muy... Psé. O puede ser también que el mundo submarino se me hizo eterno... Vete a saber.

      Pero bueno, que me voy por las ramas. Siendo tú, te recomiendo jugar más a este que al nuevo (si no has jugado ya), mientras que a la mayoría de gente le recomendaría jugar al moderno, porque objetivamente es mejor.

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