Ōkami (PS2)

Cuando empecé el blog, me propuse a mí mismo comentar sólo aquellos juegos que me habían gustado y que normalmente la mayor parte de jugadores pasaba de largo, sin importarme lo genial que era el nuevo Skyrim o lo magnífico que podía llegar a ser el nuevo Deus Ex. Porque seamos sinceros, análisis de juegos famosos vamos a encontrar por todos los rincones de Internet, no hay razón para venir a un blog tan chiquitito como el mío y leer acerca de grandes producciones, que seguro que alguien sabe comentar mejor que yo.

Sin embargo, me he visto forzado a escribir una pequeña reseña de Ōkami, que aunque sea un juego bastante famoso en el panorama consolero de hará unos años, me ha encantado y creo yo que merece un rinconcito en este pequeño blog.

Ha sido desarrollado por Clover Studios, fundado por Capcom Japón en 2004, y ahora bajo el nombre de Platinum Games, con una plantilla un poco diferente pero manteniendo los miembros importantes de la anterior.

La historia gira en torno a una vieja leyenda japonesa. Hace mucho tiempo, un valeroso héroe llamado Nagi acabó con Orochi, una gran serpiente de ocho cabezas que exigía un sacrificio una vez al año. Ayudado por Shiranui, un lobo de blanco pelaje, consiguen sellar el espíritu del demonio y poner fin a su reino del terror, otorgando a Japón una nueva era de paz y prosperidad.

Después de 100 años, alguien desata el inmenso poder de la bestia y consigue salir de su letargo, contaminando de nuevo las grandes llanuras japonesas con su maldad. Es entonces cuando Sakuya, la guardiana de la aldea Kamiki, resucita a nuestra protagonista, Amaterasu (Ammy para los amigos), la diosa del Sol, de la cual se dice que es la reencarnación de Shiranui, que perdió la vida justo al terminar la batalla contra Orochi, 100 años atrás.

Con la ayuda de muchos personajes, como Issun, el artista errante o Susano, el autoproclamado mejor guerrero de Japón (y descendiente de Nagi), intentarán acabar de una vez por todas con Orochi y librar al mundo de su corrupción.

Lo primero que notamos al empezar a jugar es su estilo. Su diseño. Basado en la acuarela y en el grabado sobre madera, Ōkami tiene un apartado artístico que lo hace brillar por encima de otros títulos del mercado, dándole un tono en 2D diferente y hermoso, con un dibujo muy propio japonés. Nos encantará manejar a Amaterasu mientras paseamos por las enormes llanuras de Japón y observamos el bonito paisaje que nos rodea. Los personajes también tienen un diseño muy característico y sobretodo, cómico.

El sistema de juego también es muy personal y acorde al artwork, porque aparte de luchar con uñas, garras y el equipo que llevemos en ese momento, podremos dibujar con el Pincel Celestial, un poder mágico que nos permitirá cortar, prender fuego, crear viento y una multitud de cosas más. Podremos manejar a nuestro antojo el entorno, para completar puzzles y avanzar en la aventura, así como para pelear en los encuentros obligatorios y opcionales que nos irán surgiendo a nuestro paso.

Pese a tener características de RPG, como la selección de equipo, dinero, compra/venta y uso de objetos para potenciar a nuestra loba, no hay niveles y el sistema de mejoras para Amaterasu se realizará con puntos que iremos obteniendo al realizar tareas como pelear contra demonios, revivir árboles y alimentando animales que encontraremos viajando. Con 150 desbloqueas una mejora, con 200 otra, y así sucesivamente.

Cuando Ammy no tiene más tinta se queda desnudita.

El buen humor que desprende es muy acogedor y nos ayuda a relajarnos en la aventura, sobretodo en algunas escenas como las de los diferentes Dioses Celestiales. Pero por muy cómico que quiera ser el juego, cambia con gran maestría de una ambientación alegre a otra triste en algunas partes.

Si algo se puede decir de Ōkami, es que es un juego oriental. Muy oriental. Desde el trasfondo y sus demonios y leyendas hasta el entorno visual, pasando sobretodo por la música, con temas instrumentales clásicos propios del Antiguo Japón, que nos recordarán a dicha cultura cada vez que oigamos un tema.

Uno de los aspectos negativos (entre comillas, porque tampoco es un inconveniente para dejar de disfrutar del juego) que he notado al jugar es su dificultad. Muy escasa salvo en algunos puntos, donde se te cruza algún que otro puzzle tonto y no puedes avanzar hasta dar con la clave. Por lo general, los encuentros hostiles son fáciles y cuando encuentras la forma de deshacerte de los jefes finales, es simplemente avanzar con la ayuda de un par de pociones. Los vídeos son bastante largos y numerosos, por lo que sentarse a admirarlos mientras nos relajamos será bastante habitual.

Al acabar el juego nos obsequiarán con una galería donde podremos ver algunos bocetos e imágenes acabadas de personajes y lugares, así como un jukebox donde podemos escuchar las canciones del juego cada vez que queramos, como la posibilidad de comenzar de nuevo con mejoras y aspectos personalizables, algo que está muy bien y añade horas opcionales para seguir disfrutando del juego.

Snorky... Hablar... Hombre...

Para paliar un poco la pequeña linealidad que tiene en algunas partes, nos proporcionan entretenidos minijuegos para pasar el rato, como pescar o buscar agua excavando.

La duración total es mediana, yo he tardado unas 26 horas en completarlo, y sinceramente, me lo esperaba mucho más corto. La impresión que me ha dado al acabar ha sido muy buena, y sobretodo muy bonita, que es el aspecto general que se puede apreciar al jugar, la hermosura. Cada aspecto de él, tanto si hablamos del sistema de juego como de la música o del argumento, son bellos y al jugar tendremos siempre la sensación de estar viendo un cuadro pintado con acuarelas, que nos va narrando una historia preciosa que sin duda disfrutaremos mucho.

El disfraz perfecto.