Pathologic (Мор. Утопия)

Ésta va a ser una entrada difícil. 

Porque intentar explicar Pathologic en unos pocos párrafos es muy duro. Porque llegar hasta su mismísimo fondo y comentar todo aquello que se nos pasa por la cabeza también es complicado. Porque no nos tendríamos que limitar a observar la escena que nos presenta el juego, sino a vivirla, pues en el instante en que empezamos una nueva partida, nosotros mismos pasamos a formar parte de la aventura. No como observadores, si no como jugadores, como personas.

Pathologic fue creado en el 2005 por la desarrolladora rusa Ice-Pick Lodge (siendo éste su juego debut), abriéndose a lo grande en el competitivo mundo de los videojuegos y ganando a su paso muchos premios dentro de la comunidad rusa, entre ellos el de "The Most Non-standard Game" según la Russian Game Developers Conference, KRI en 2005. Dichos premios catapultaron a la fama a la desarrolladora, ganando mucha fama en su país de origen pero no demasiada en el extranjero, pues si bien una parte de aquellos que han probado el juego opinan que es merecedor de tales honores, otros echan en cara su poca jugabilidad, sus gráficos desactualizados y su pésima traducción.

Su argumento nos sitúa en un pequeño pueblo de la Rusia profunda. Perdido, aislado, solamente conectado con el resto del mundo por unas cuántas líneas de tren. En él, de repente y contra todo pronóstico, aparece una epidemia, una plaga que empieza a azotar la ciudad con toda su furia. En ese panorama tan desolador, disponemos de tres curanderos que acabarán de una forma u otra con tan temible catástrofe: Bachelor, un estudioso en medicina que busca un remedio para la propia muerte; Haruspicus, un entendido en la cultura del pueblo y herborista experto, que al volver de la capital se encuentra con el asesinato de su padre, siendo él el principal sospechoso; y Devotress, una misteriosa chica que se despierta en el cementerio, cuya llegada ha sido vaticinada por una supuesta vidente.

Hasta ahí todo bien, un argumento normal: un problema, tres héroes y muchas vidas en juego. Pero lo primero que nos sorprende la primera vez que entramos al juego y pulsamos tabulador es esto:

Un mapa un tanto singular. Aunque la extraña estructura de la derecha pudiera ser una especie de fábrica o almacén, la figura de la izquierda es el elemento más representativo del juego, el Polyhedron, una gran torre construida sobre sus propios planos, que representa al juego en sí. Creada de papel y espejos, en ella vive todo un clan de niños, los Dogheads, los cuales llevan una cabeza de perro a modo de máscara, para su diferenciación del resto de críos.

Dentro de tamaña construcción, viven todos juntos en sus propios sueños, pues los mayores no podemos ver más allá de nuestros ojos y no podemos percibir la magia que existe dentro de la torre. Existen en una utopía donde ningún adulto tiene derecho a entrar.

Uno de los protagonistas, Bachelor, será el encargado de investigar esta torre y relacionarla con los acontecimientos que ocurren en el pueblo cada día que pasa.

El otro edificio es el denominado Abattoir, una carnicería enorme donde se lleva a cabo el principal negocio del pueblo, la obtención de carne de toro. Cada día miles de quilos se transportan del edificio a la estación de tren para su posterior exportación, gracias a la multitud de trabajadores esteparios que trabajan sin ton ni son para proporcionar al pueblo una economía estable.

El encargado de investigar este edificio no es ni más ni menos que Burakh, Haruspicus. En su ruta deberemos encontrar al asesino de su padre y entrar de lleno en la cultura de la ciudad, para así averiguar de dónde surgió la plaga y si hay alguna forma de detenerla.

Objetivamente, el juego tiene unos gráficos pésimos, los movimientos de los ciudadanos son absurdos y pese a que los personajes importantes estén decentemente hechos, y sus facciones bien representadas, no deja de parecernos todo muy, muy cutre.

Al mismo tiempo, la traducción también brilla por su poco trabajo. Ya no hablamos de traducción a idiomas específicos, si no al mismo inglés. La tercera ruta presenta unos diálogos bastante confusos debido, según sus creadores, a la extrema prisa con la que tuvieron que trabajar al traducir la ruta final del juego.

Pero hablemos del gameplay, y más concretamente, de qué va el juego.

La aventura está dividida en 12 días, en los cuales 9 de ellos, la plaga toma forma y empieza a esparcirse por la ciudad. En esos 12 días, deberemos realizar un seguido de quests para avanzar en la trama y averiguar cómo acabar con tamaño enemigo, de las cuales sólo una de ellas es la importante, mientras el resto no son más que para conseguir más información (muy preciada en esta aventura, pues con ella entenderemos al 100% aquello que ocurre a nuestro alrededor) y recompensas.

Pero aparte de realizar quests, también tenemos un objetivo latente durante todo el juego, cuidar de aquellas personas importantes para nuestro personaje, aquellos llamados Aderentes. Una tercera parte del total, mientras que los otros dos se encargan del resto. Realizando correctamente la quest del dia conseguiremos mantener a esas personas a salvo, y con ciertos objetos ayudaremos a "desinfectar" al resto. Si conseguimos mantener nuestros Aderentes a salvo, podremos llegar al final del juego, y desvelar el final de nuestro personaje. Si lo hemos hecho bien, y hemos salvado los Aderentes de otro protagonista, tendremos derecho a ver su final y a una cierta conversación escondida. Y si lo hemos hecho perfectamente, y hemos salvado todos los Aderentes, tendremos derecho a todos los finales y a otra conversación especial.

Porque este juego no da recompensas como logros, o finales alternativos, da información que te hace entender más y más todo el concepto. Posee una sola historia, una sola aventura, con principio y final, pero puedes verlo desde tres puntos distintos, según el protagonista que decidas acompañar. Si juegas primero con Bachelor, verás lo que ocurre a su alrededor, y si juegas con Haruspicus, verás el mundo con sus ojos, hechos que quizás Bachelor no ha podido ver o las mismas escenas con distintos puntos de vista. Y así también ocurre en el caso contrario.

A lo largo de la aventura, aparte de cuidar a todos los aderentes, también deberemos comprar alimentos y descansar, pues como todo juego de rol, existen barras de estado que definirán la condición de nuestro protagonista. Será necesario mantener la reputación bien alta y el hambre y la infección bien bajas. También disponemos de barras de defensa que subirán al ponernos ropa para protegernos de la plaga y bajarán con el tiempo o al recibir daño.

Por mucho que intente entrar en el género FPS de rol, difícilmente lo consigue, pues el juego carece mucho de acción. Por las noches acostumbran a haber bandidos que aniquilaremos para ganar dinero y reputación, pero los combates son muy sencillos y sistemáticos. Con una pistola y un tiro en la cabeza acabaremos con casi todos los enemigos, y si optamos por el cuerpo a cuerpo, no serán necesarios más que unos cuantos movimientos de esquiva y pega con el cuchillo para cargarnos a todo el que pase por delante.

Podríamos simplificar todas las quests y el 90% del juego en una frase: Simulador de paseo. Su jugabilidad base, y el concepto sobre el cual está trabajado el juego, es el de andar. Caminar de punto a punto de la ciudad hablando con los NPC que te pidan las quests, y desentrañando el misterio poco a poco. El problema surge cuando nos damos cuenta que nuestro protagonista no puede correr y tarda ingentes cantidades de tiempo en atravesar toda la ciudad, que es otro de los factores importantes del juego, ya que sólo disponemos de 24 horas in-game para hacer todas las tareas que nos proponen, además de comprar, dormir, etc.

A medida que vamos caminando por las calles y van avanzando los días, nos encontramos con que cada vez es más difícil llegar a nuestro objetivo sin ser heridos, pues la infección va avanzando cada vez más y poco a poco va cubriendo toda la ciudad. Si no guardamos a menudo, o si no nos preocupa en absoluto salvar Aderentes, quizás podamos optar por tomarnos la panacea y salvarnos a nosotros mismos en vez de dárselas a otros personajes y poder optar a tener esas conversaciones escondidas y explicativas.

El sistema de quests es bueno, te van mandando cartas cada vez que alguien te necesita, así como avisos de otros protagonistas o de las mismas Autoridades, que te advierten y a la vez, te amenazan.

Aunque quizás hayamos hablado hasta ahora de un juego que en realidad no es un juego, con gráficos pésimos, traducción confusa y sistema de juego aburrido, por no decir pesado, los aspectos más inquietantes y a la vez interesantes de Pathologic están aún por ver.

Su ambientación es, en una sola palabra, sublime. El primer día, te encuentras con una ciudad amable, alegre, con vida. La gente pasea por la calle, ajenos al horror que vivirán en un futuro. El cielo está despejado y la comida es barata, el perfecto lugar para vivir. Pero cuando aparece la epidemia, el terror se dispara y los precios, de repente, suben. Empieza a llover incesantemente y te encuentras con un pueblo muriéndose. La gente va desapareciendo de las calles poco a poco y cada vez más se va respirando un aire pesado y un pestilente olor a muerte. A cada paso, la infección va teniendo más y más presencia e incluso sientes miedo de ser infectado de nuevo, o de caminar de lado a lado y justo al final, meterte de lleno en una nube de plaga, obligándote a volver al último punto guardado. Te sientes observado, como si la epidemia estuviera jugando contigo, sin poder hacer nada más que avanzar hasta tu siguiente destino y rezar por encontrar rápido una cura que ayude a todas esas personas.

Una de las mejores sensaciones que da el juego ocurre el último día, cuando te encuentras, sin epidemia en las calles, caminando de casa en casa para ver si todos están bien, y sin cruzarte con una sola alma por la calle. Sin ciudadanos, sin bandidos, tan solo unos cuantos soldados custodiando algunos lugares. La sensación de soledad es indescriptible, con el Sol brillante después de 10 días de oscuridad, augurando un nuevo futuro para todos.

Es más, si ya de por sí su ambientación no era lo suficientemente buena, al tratarse de un juego de diálogos, con posibilidad de escoger el que más te guste o te identifique, hace que te metas en la piel de tu personaje por la fuerza. A medida que vas escogiendo opciones, cada vez te identificas más con él, conviertiéndote tú mismo en el protagonista, y son en esos casos, y no en precisamente otros, en los cuales el juego responde y te recompensa con nuevos diálogos y nuevas opciones que te meterán aún más en el papel.

Pero sin duda, el mejor aspecto del juego es su concepto. Su significado. A partir de aquí, voy a soltar unos cuantos spoilers bastante importantes. Si llegado a este punto, lector, no tienes ningún interés en jugar a este "walking simulator", adelante, sigue leyendo, porque quizás las líneas siguientes cambien tu opinión y decidas replanteártelo. En cambio, si por el contrario te apetece probar nuevas experiencias, alejarte de lo comúnmente establecido y adentrarte en el mundo de Pathologic, no sigas leyendo. Lo que viene a continuación es uno de los aspectos que convierten un mero título en una obra de arte. Algo que es mejor experimentar cada uno por su cuenta, alejados de todo tipo de ruidos y molestias, estando muy atentos a la pantalla, pues se nos desvela todo un concepto muy importante en el significado de esta historia.

No es el final de la historia ni la forma en que nuestros héroes acabarán de una vez por todas con la epidemia, si no más bien la idea general del juego, que sólo salvando al 100% de los Aderentes podemos intuir.

Dicho esto, allá vamos. Antes de nada, es necesario presentar a ciertos personajes. Ellos son, la Máscara y el Ejecutor. Ellos van a estar presentes en la integridad de la obra, se nos presentan a nosotros mismos como los maestros de ceremonias, y cada día que pasa, nos obsequian con una representación en el teatro de lo ocurrido en el día anterior. Nunca enseñan la cara y tampoco nos ayudan a avanzar, son meros observadores, que nos informan del estado de nuestros Aderentes y de información que quizás nos es útil a lo largo de nuestra aventura.

El primer día nos dan pistas de cómo sobrevivir, y cómo conseguir llegar al final de la tragedia, porque así nos presentan el escenario, como una cruel tragedia donde los actores principales deben sobrevivir. Y es que ese es un elemento esencial en Pathologic, el teatro. Justo al final del juego, vamos entendiendo cada vez más ese término, pues somos simplemente actores realizando un guión cruel, digno de la más dura de las catástrofes.

El último día, y aquí va el gran spoiler, nos despertamos del sueño y caemos en la conclusión que la Máscara y el Ejecutor han dejado caer desde el primer día. No somos Bachelor, ni Haruspicus, ni Devotress. Somos nosotros mismos jugando a Pathologic, y eso lo saben. Nuestro protagonista, mediante opciones de diálogo, poco a poco deja de comportarse como tal, y pasamos a ser nosotros mismos quienes contestamos las frases de los personajes sin vida. La barrera entre el jugador y el protagonista cae, como si así lo hiciese la barrera entre el actor y el personaje que interpretamos.

El jugador, ya liberado, entiende que aquello que ha querido salvar durante esos 12 días no es más que un experimento, un escenario creado por los Creadores del juego, que se fueron hace mucho tiempo de allí, dejando una función, una representación de ellos mismos, no una constante. Que aquello que estamos viviendo en realidad no existe, y no es más que un cajón de arena con muñecos sin vida como protagonistas.

En cierto momento, en la ruta de Haruspicus, el protagonista/jugador llega a decirle al Inquisidor la siguiente frase: "It turns out that you are a fantasy. An illusionary being that doesn't really exist. You are not. You have a fate, but no future." Un ejemplo más en el cual el jugador toma las riendas del juego y se proclama el único con la suficiente capacidad como para decidir el destino del pueblo, el único con libertad para elegir, pues ese es, básicamente el concepto general del juego.

Incluso al principio, nada más comenzar, cuando aún no hemos elegido personaje, aparecemos delante de un teatro, y podemos observar como los tres protagonistas discuten y dan razones de porqué deberíamos elegirlos a cada uno de ellos. Devotress presenta un milagro, Haruspicus una visión realista y ética, y Bachelor un punto de vista teórico.

Se dirigen a nosotros mismos, pues cada uno de ellos llevará a cabo su tarea y gracias al Jugador, será capaz de decidir sobre el destino del pueblo.

En conclusión, un juego con muchas dosis de lectura, con muy buena ambientación y capacidad para identificarte y meterte de lleno en la trama, y sobretodo mucha, muchísima profundidad. Si bien al principio puede ser tedioso por los malos gráficos, la mala traducción, y su pesado gameplay, si logras sobrevivir al día 2 o 3 y no te aburres, te garantizo que será una experiencia única, apta para aquellos jugadores pacientes que lo que buscan es inmersión dentro del juego, no acción excesiva ni diversión asegurada.

Pathologic no está diseñado para divertir, al contrario, intenta amargar al jugador para que sienta el terrible pesar de la epidemia. Que se sienta perdido, desesperanzado, que pese a todas las adversidades no tire la toalla y encuentre una forma para salvar el pueblo, y con ello, a sí mismo.